Apenas iniciamos la marcha, y
tras un breve ascenso, llegamos al primer hito: el Mirador de La Hiruela. Las
vistas panorámicas del pueblo, con sus tejados de pizarra y su arquitectura
negra perfectamente conservada, nos detuvieron de inmediato. Fue el lugar
perfecto para contemplar el valle del Jarama y coger fuerzas.
La senda nos guio hacia la Pila de Riego, un vestigio etnográfico que nos
recordó la importancia del agua y la vida agrícola tradicional. Este tramo fue
un paseo sereno entre arbolado, donde el murmullo del agua acompañaba cada
paso.
La ruta nos propuso un nuevo ascenso para regalarnos otro momento fotográfico en el Mirador al Colmenar, desde donde se aprecian las antiguas colmenas, una muestra más de la riqueza de oficios que sostuvo a esta comunidad. El bosque de robles melojos comenzaba a teñirse con los primeros ocres, prometiendo un espectáculo de colores en las próximas semanas.
El siguiente punto, la Carbonera, fue uno de los más interesantes. Estos hornos de leña, donde antiguamente se producía carbón vegetal, son la prueba de una actividad que definió el paisaje y la economía local. El ambiente en esta zona, más denso y forestal, tenía un aire casi misterioso.
La etapa más exigente nos esperaba al adentrarnos en la Dehesa de La Hiruela. El camino nos llevó a rodear el majestuoso Rebollo de la Dehesa, un roble centenario y venerable que se erige como un auténtico monumento natural. Su sombra y su porte inspiran respeto.A partir de ahí, la senda se hizo más de montaña, ganando altura de forma constante pero llevadera, hasta alcanzar el Collado del Espino. Las vistas que se abrieron a nuestros pies recompensaron el esfuerzo: una panorámica inmensa de la Sierra del Rincón y sus cumbres.
El tramo final, que nos condujo
hasta el Collado Hondo, se sintió como la culminación de la jornada. El
silencio era casi absoluto, solo roto por el viento y quizás el sonido lejano
de alguna campana. Desde este punto más alto, iniciamos el suave y placentero
descenso de regreso, ya con la satisfacción de la tarea cumplida.
Tras completar los 11 kilómetros, llegamos de vuelta al Parking de La Hiruela.
La ruta no es solo un paseo por el monte, sino un fascinante recorrido por la
etnografía y la historia de un pueblo que ha sabido conservar su legado.
Un día memorable, donde la belleza del paisaje de la Sierra del Rincón se fusionó perfectamente con el patrimonio tradicional que salpica cada rincón de La Hiruela. Una experiencia circular, completa y altamente recomendable.
Ficha técnica de la ruta:
- Realizada: 18 de septiembre de 2025
- Distancia: 11,06 km
- Duración: 4 h. 7 min.
- Desnivel positivo: 259 m.
- Desnivel negativo: 259 m.
- Dificultad: Moderada
- Tipo: Circular
- TRACK
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