domingo, 28 de septiembre de 2025

Ruta 197: Circular del Valle de la Angostura

 

El 10 de julio de 2025 amaneció despejado, con un cielo limpio y temperaturas suaves, ideales para recorrer uno de los itinerarios más bellos del Valle de la Angostura, en Rascafría. Desde el Parking de Los Claveles comenzamos la ruta circular, con las mochilas ligeras y muchas ganas de sumergirnos en el rumor constante del agua.

El primer tramo nos llevó hasta las Pozas y Cascadas, donde el frescor de las caídas de agua nos acompañó como un preludio perfecto. El sonido del arroyo, mezclado con la sombra de los pinos silvestres, nos marcó el ritmo sereno de la marcha.

Avanzando entre senderos bien señalizados, alcanzamos el Puente sobre el arroyo de la Laguna. El cruce, sencillo pero pintoresco, ofrecía unas vistas privilegiadas del curso del agua serpenteando entre las rocas.

Unos metros más adelante, llegamos al Puente de los Pontones. Este punto, rodeado de vegetación densa y musgo húmedo, nos obligó a detenernos para contemplar cómo la naturaleza ha sabido conservar aquí su carácter más salvaje. Cruzamos el puente y después de tomar un refrigerio para recuperar fuerzas, comenzamos el retorno por la otra ladera del Lozoya.

Continuamos hasta el Puente de la Angostura, donde el río Lozoya se estrecha y gana fuerza. Desde allí, el sendero se adentró en un entorno más abierto, que nos condujo al Puente sobre el arroyo Valhondillo, otro de los enclaves históricos de esta ruta, cargado de encanto.

El siguiente punto fue la Presa del Pradillo, un lugar emblemático que combina patrimonio y naturaleza. La lámina de agua detenida contrastaba con la energía de las cascadas previas, ofreciendo un momento de calma y contemplación.

Poco después alcanzamos el Puente de la Isla, muy próximo al final de la ruta. Allí nos despedimos del río con la promesa de volver, antes de regresar tranquilamente al Parking de Los Claveles, cerrando así un recorrido circular de gran belleza.

La jornada concluyó con la sensación de haber recorrido un mosaico natural en el que el agua es protagonista, acompañada de pinares, sombras frescas y rincones perfectos para el descanso. Una ruta que resume la esencia de la Sierra de Guadarrama en pleno verano: senderismo, agua y naturaleza en estado puro.

Ficha técnica de la ruta:

  • Realizada: 10 de julio de 2025
  • Distancia: 12,94 km
  • Duración:  4 h.  14 min.
  • Desnivel positivo: 251 m.
  • Desnivel negativo: 251 m.
  • Dificultad: Media
  • Tipo: Circular
  • TRACK


sábado, 27 de septiembre de 2025

Ruta 196: Embalse del Pontón – Valsain: Entre Puentes y Palacios Olvidados

 

Protagonista: El río Eresma y la historia de los Reales Sitios.

La mañana se abría fresca y prometedora en el Embalse del Pontón, espejo sereno que reflejaba los primeros rayos de sol sobre la sierra. Dejando atrás el coche en el aparcamiento, el inicio de la senda se sintió como el primer paso hacia un viaje en el tiempo, siguiendo la senda de las históricas Pesquerías Reales.

El camino nos abraza de inmediato con el sonido del río Eresma, el verdadero hilo conductor de esta aventura. La ruta, cómoda y llana en este tramo, nos conduce rápidamente al primer hito, el Puente del Niño, una sólida estructura de piedra que parece vigilar la entrada al bosque.

Apenas un suspiro después, la senda nos regala la sombra fresca y el murmullo constante de la Fuente del Cura, un trago de agua pura que reconforta el espíritu. La historia de los ingenieros reales se hace palpable al cruzar el siguiente par de puentes: el modesto pero crucial Puente de las Pasaderas, por donde se cruzan las rutas, y el imponente Puente de piedra.

El ambiente se torna más agreste antes de llegar al Puente del Anzobero, otro testigo pétreo de la antigua calzada. Pero el clímax de esta primera sección llega con la majestuosa Presa del Olvido. Detenerse aquí, contemplando la obra de ingeniería y la

fuerza contenida del agua, es una lección de la relación entre el hombre y la naturaleza en los Reales Sitios.

La Presa nos anuncia que hemos dejado atrás el sendero fluvial para adentrarnos en el corazón de Valsaín, un lugar marcado por la realeza y la tradición forestal. La senda asciende ligeramente y pronto emerge el recuerdo de quienes trabajaron la madera de estos montes, el Monumento a Los Carreteros, un emotivo homenaje a la gente del pino.
El siguiente punto es el más melancólico: las Ruinas del Palacio de Valsaín. Lo que un día fue el pabellón de caza favorito de la dinastía Trastámara y uno de los palacios más importantes del Reino, es hoy una colección de muros que claman al cielo, obligando a la imaginación a reconstruir su esplendor perdido.


Pocos metros después, la vida se recupera en la coqueta Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, el centro de la población de Valsaín, un lugar sencillo que contrasta con el lujo arruinado del palacio y donde el espíritu serrano se mantiene vivo.

Iniciamos la segunda mitad del recorrido, adentrándonos en el espectacular Pinar de Valsaín. El aroma a resina y tierra mojada envuelve la atmósfera. El camino se aleja del núcleo urbano y nos lleva a una de las paradas más refrescantes, la Fuente del Nogal, el punto ideal para un breve descanso.

La senda, amplia y cómoda, nos devuelve al encuentro con más hitos de la ingeniería histórica: el Puente Negro y, más adelante, el Puente Blanco, cuyas distintas tonalidades de piedra reflejan quizá diferentes épocas constructivas o simplemente la caprichosa mano de la naturaleza.

La aproximación a La Granja de San Ildefonso se anuncia con la monumental Puerta de Cossío, un acceso regio que nos recuerda la cercanía de la residencia de verano de los Borbones. El recorrido nos regala una última fuente, la Fuente Del Cochero, antes de iniciar el tramo final.

El camino se ensancha y, tras recorrer los últimos kilómetros entre muros y arboledas, la vista se abre de nuevo para mostrarnos el Puente de Segovia, una de las estructuras más conocidas de la zona, marcando el final del camino que bordea la cola del embalse.

Cruzar el Puente de Segovia y seguir la última curva de la senda nos devuelve al parking del embalse del Pontón. El círculo se ha cerrado. La ruta ha sido mucho más que una caminata de 11 kilómetros; ha sido un paseo por la historia del agua, la monarquía y los valiosos bosques de la Sierra de Guadarrama. El Eresma sigue fluyendo, inmutable, bajo los puentes que un día construyeron para reyes, y que hoy podemos disfrutar todos.

Ficha técnica de la ruta:

  • Realizada: 3 de julio de 2025
  • Distancia: 11,03 km
  • Duración:  3 h.  52 min.
  • Desnivel positivo: 134 m.
  • Desnivel negativo: 134 m.
  • Dificultad: Media
  • Tipo: Circular
  • TRACK

Ruta 195: Circular en La Barranca: Un Paseo de Miradores y Fuentes

 

El sol ya calentaba con energía el Valle de La Barranca al dar las primeras zancadas desde el Parking de La Barranca, el punto de inicio y fin de nuestra ruta circular. La promesa era clara: una mañana de junio entre el frescor del pinar y las vistas panorámicas que solo la Sierra de Guadarrama sabe ofrecer.

El Despertar del Bosque

Los primeros metros fueron un saludo cordial a la naturaleza. Apenas un pequeño recorido, nos encontramos el punto de “De Pino a Pino” que nos marcó la transición de lo civilizado a lo silvestre. Aquí, donde la aventura se siente en el ambiente, dejamos atrás el murmullo del aparcamiento para adentrarnos en la senda que asciende suavemente, abrazada por el denso pinar silvestre.

El camino nos llevó a la primera recompensa hídrica: la Fuente de Mingo. Un sorbo de agua fresca, vital y pura nos dio el impulso necesario para la subida que seguía. Poco después, encontramos la icónica Fuente de la Campanilla. Siempre un punto de encuentro y descanso, su pequeño chorro y la campana que algunos hacen sonar añadieron un toque de encanto tradicional a nuestra marcha. Es aquí donde la majestuosa Maliciosa empieza a dominar el horizonte.

Cruzamos el Puente Regajo del Pez y, casi sin darnos cuenta, el Puente sobre arroyo Peña Cabrita, sintiendo el murmullo del agua que alimenta el valle. Estos pasos marcaron el giro progresivo de la ruta, dejándonos entrever que lo mejor estaba por llegar.

Las Alturas y las Vistas de Guadarrama

El esfuerzo se concentró en la subida hacia la zona alta del recorrido, donde el paisaje se abrió de repente en todo su esplendor. El primer gran premio visual fue el Mirador de las Canchas. La perspectiva desde aquí es inigualable: una panorámica de los riscos de La Maliciosa y la Cuerda Larga, recortándose contra el cielo azul de Madrid. Era imposible no detenerse a contemplar la inmensidad y respirar el aire puro de la cumbre.
Continuamos por la senda de los miradores, una auténtica balconada natural. El Mirador III y el Mirador II nos ofrecieron vistas en constante evolución, cada uno revelando un ángulo diferente del valle y de los embalses a nuestros pies. Esta parte del recorrido, más despejada y a media ladera, fue un placer para los sentidos, con el sol jugando entre los pinos y las vistas que se extendían hasta donde alcanzaba la vista.

El Regreso al Punto de Partida

Iniciamos el tramo final, ahora en descenso, por la senda Ortiz, que se hizo más llevadero. El camino nos condujo a la Fuente del Mojón, donde enlazamos con la pista forestal principal.

El descenso final, cómodo y conocido, fue la banda sonora de la satisfacción. Las piernas, cansadas pero contentas, nos llevaron de vuelta al Parking de La Barranca, cerrando el círculo.
Ficha técnica de la ruta:

  • Realizada: 26 de junio de 2025
  • Distancia: 11,73 km
  • Duración:  4 h.  13 min.
  • Desnivel positivo: 398 m.
  • Desnivel negativo: 398 m.
  • Dificultad: Media
  • Tipo: Circular
  • TRACK