La descripción de la ruta esta realizada por Tino.
A
las diez de la mañana y desde la estación de Camorritos, Cercedilla, comenzaron
la ruta programada para el día 28 de abril y dirección al Collado Albo, los
seis senderistas que componían el grupo, bien pertrechados con todo tipo de
elementos para "combatir", siempre en buena lid y sin acritudes, la
pronosticada lluvia para ese día y zona.
Apeadero de Siete Picos |
Nuestro fiel compañero BOSS |
En
diferentes tramos de los 9 kilómetros y 100 metros que iban a recorrer quedaba,
tanto a su derecha como a su izquierda, la vía de ese más o menos centenario
trenecillo, compuesto de dos o tres unidades, que serpenteando por un lateral
de la sierra, hace su recorrido hasta el Puerto de Cotos pasando antes por el
de Navacerrada. En el camino han quedado ya obsoletos, y como huella nostálgica
de un pasado no tan lejano, apeaderos como el de Siete Picos, nombre que recibe
por la cercanía de esos mismos montículos que van encadenados desde el Alto de
Navacerrada hasta las proximidades del Puerto de la Fuenfría.
Llegado
el grupo al mencionado Collado Albo y tras atravesar los raíles del trenecillo,
se detiene en un lugar apropiado para liberarse de las mochilas y reponer parte
de la energía desgastada en los 433 metros de desnivel en ascenso y prepararse
para descender esa misma métrica. Cumplido este trámite se reanuda la marcha
siguiendo la guía de unas marcas amarillas, impresas en distintos árboles que,
cual lazarillo, acompañan hasta confluir en una senda que transcurre paralela a
la corriente de un cantarín arroyo, o tal vez río, en su continuo fluir de agua
fría y clara que, por la época del año, si no invita a darse un baño sí a
ponerse un pequeño espacio de tiempo a su margen y acompañarlo, dejando
transcurrir la imaginación de la mano de los pequeñitos y espumosos saltos de
agua que iba dando, creándose a la par burbujas de fantasías e imágenes que
solo pueden darse en esos parajes.
De esta manera, entre el fluir del agua canalizada por
tierra, haciendo que en dos o tres ocasiones se atravesaran estas corrientes
tras encontrar algún puentecito para no mojarse, y las gotitas que cual maná
caían del cielo, algo plomizo pero que no perdía en ningún momento su tonalidad
azul, a las 13:30 horas se alcanza la meta que no es otra que el inicio de la
marcha, pues el recorrido era circular para encontrarse de nuevo con los
vehículos allí aparcados.
TRACK