domingo, 27 de noviembre de 2016

Ruta 82 Marcha al Refugio de la Salamanca

Expectaculares vistas en ruta
Cabeza Lijar, La Salamanca, Tranvías y Cruces son puntos definidos, tanto de un lado como de otro, de la pasada Guerra Civil Española, de los que han quedado restos como testimonio de ese acontecimiento. En la crónica de la pasada marcha al Arcipreste de Hita ya se documentó sobre esta parte de la Historia, por lo que ahora no queda más que indicar que ésta fue otra zona de montaña donde también han quedado edificaciones y trincheras de los dos bandos. 

Son las 09:45 del día 24 de noviembre del año en curso, diez alumnos de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), alumnos del Proyecto Universitario para Mayores (PUMA) y con una afición en común, el también denominado senderismo, pertenecientes al grupo de los jueves, dentro de AEPUMA (Asociación de Estudiantes Universitarios para Mayores) se ponen en marcha desde el mismo Puerto del León, por la carretera/pista que va a Peguerinos, pasando por Cabeza Lijar y llegando al refugio de la Salamanca (¡qué formalista empieza hoy esta crónica!, parece casi un escrito oficial).Como contrapunto y ya en plan más tronquete de barrio, estos coleguillas se pulieron 12.000 metros, sin despeinarse, y así, en plan litrona a morro, se machacaron 400 metros tanto pa'rriba como pa'bajo, tó seguío, dando 4 vueltas la aguja pequeña del rejó. 

Senda nevada
A poco del comienzo se gira a la derecha para adentrarse en un mundo, blanco y verde, vegetación y nieve, a veces separados, a veces fusionados, en ocasiones la nieve como inquilina de los pinos, de los piornos, cómodamente posada sobre ellos, adormecida, como si fuera la invitada más preciada. Una tímida cortina de niebla parece guiar a los caminantes, cogiéndoles de la mano, por entre la fantasía y la ilusión, por un pequeño bosque, si no encantado, sí que encanta, que hace sentirse a gusto, relajado, hace encontrarse bien. Con las cámaras de los móviles se guarda buena parte de lo que se ve pero, con las retinas, se interioriza todo lo que se siente. 

La Torres de Madrid al fondo
Bien abrigados y prácticamente juntos, gran parte del trayecto, entre foto y foto, el paisaje lo reclamaba y, hasta podría arriesgarse a decir, que lo exigía, se llega al alto de Cabeza Lijar. Allí estaba todo helado y envuelto por la niebla, solo quedaba, con la imaginación de cada cual, poner en acción qué se quería ver, cualquier propuesta era buena, eso sí, algo fría. Incluso los carteles anunciadores del componente Geológico de las montañas de Guadarrama y los que relatan los orígenes del Montañismo por las Sierras cercanas a Madrid estaban también cubiertos de hielo. 

Después de una corta parada se empieza a descender hacia el siguiente y último punto de la marcha, bueno, con la salvedad del guía de siempre (uno bastante cercano a este redactor) que, como esta vez le dio por ir a "ojo" entre nieve y niebla, pues eso, que ya está todo dicho, que se "desvía" por aquí, que se "desvía" por allí, a veces es mejor dejarle a su bola y no tenérselo muy en cuenta. 

Refugio de la Salamanca
Ya de nuevo en la pista que va del Alto del León a Peguerinos y como divisoria de la senda que se deja y de la que hay que coger para subir al cerro de la Salamanca, una parte del grupo se queda en este lugar para atender al estómago y, después, volver hacia el punto de partida, siempre hay que tener en cuenta el horario de clase, y otra parte del grupo, en plan rapidito, suben al refugio y, tras una corta estancia, volver también a buena marcha para no distanciarse mucho del resto. Llegados a la misma divisoria, y para no ser menos, también entablan un pequeño diálogo con el estómago e igualmente, con marcha ligera, emprenden el camino de vuelta para llegar, prácticamente, a la par del grupo anterior. 

Y como va siendo habitual, algunos en plan Cenicienta, se vuelven para la Madrid, mientras que el resto se queda en restaurante del puerto a tomarse un cocido madrileño. 

Tino 

TRACK

domingo, 20 de noviembre de 2016

Montón de Trigo

Esta ruta se realiza el 20 de noviembre y como me gusta decir a mí, fuera de ciclo, es decir es una ruta no correspondiente a los jueves, pero realizadas por senderistas de este grupo.

"El monte que nos ocupa ilustra como pocos las razones de la toponimia. La ciencia, o el arte, según se mire, de poner nombre a montañas, valles y ríos es algo antiguo y que se rige por circunstancias que acompañan o definen a los parajes bautizados. De esta manera, el nombre de los lugares aporta datos preciosos para conocerlos, aún sin haberlos visto. 

Al escucharlo, uno imagina el cono perfecto que conforma el cereal al amontonarse en el suelo. Y claro, cuando lo ves ya sabías cómo era y das gracias a la anciana toponimia. 

Es el Montón de Trigo una de las cimas más emblemáticas de la Sierra de Guadarrama. Sus 2.155 metros se alzan junto a su hermano el Cerro Minguete, al noroeste del puerto de La Fuenfría. 

Alcanzar la cumbre de este perfecto cúmulo de canchales graníticos, esparcidos entre los piornales, no tiene mayor secreto que poseer una buena forma física y seguir los caminos históricos y las viejas sendas ganaderas que los pastores de ambos lados del Guadarrama utilizaban para llevar sus ganados al amplio collado de Tirobarra, situado entre nuestro monte y la Mujer Muerta. 

Vestigios históricos

Para ello hay que echarse a andar desde el paraje de Majavilán, por el sabio camino que trazaron los viejos romanos y que dos milenios más tarde todavía recuerda la calzada romana. Por ella se alcanza el puerto de La Fuenfría, donde otro vestigio subraya los avatares históricos guadarrameños. 

En este caso se trata del enorme mojón real, arrumbado en un lado de la pista que baja a Segovia, que señalaba las lindes del monte real de Valsaín. 

Otros indicadores del portacho señalan cuestiones diversas. El último refiere al insólito hecho de que por aquí transcurre el Camino Madrileño de Santiago. Nacido en la iglesia capitalina del mismo nombre, ofrece la inolvidable caminata de sus más de 700 kilómetros. 

En el puerto de La Fuenfría se abandonan todas las pistas que en él confluyen, tomando el camino que supera la ladera del Cerro Minguete, situada justo encima, en su lado Noroeste. Su punto culminante supera por poco, 23 metros exactamente, la altitud de dos mil metros, que supone el doctorado para las cumbres del Guadarrama. Hitos de piedra señalan los rumbos de un camino franco aunque empinado. 

Una vez en el mismo, se contempla la más hermosa vista del Montón de Trigo. Situado justo al norte del Cerro Minguete, para alcanzarlo sólo hay que bajar al cercano collado que separa ambos y, por el evidente camino, superar su empinada ladera. 

Ya en lo más alto se contempla a placer una inédita perspectiva de toda la Sierra. Destaca toda, por supuesto, pero al veterano montañero siempre le gusta mirar, el escorzo que ofrece desde aquí la Mujer Muerta. También las siempre misteriosas profundidades del río Moros, justo bajo el Montón y al oeste, así como las espesuras de los Montes de Valsaín y La Acebeda"

EL MUNDO (27/08/2010) 

Por desgracia y aunque pudimos disfrutamos de un día serrano, (lluvia, niebla, viento) no fue posible disfrutar de estas maravillosas vistas. 

Nos quedamos con el propósito de repetir la ruta con un tiempo más conveniente. 

La ruta de hoy la realizamos, subiendo al Puerto de la Fuenfría por la Calzada Romana, para dirigirnos al Cerro Minguete y después entre los canchales subir al Montón de Trigo. 

El retorno lo realizamos una vez estando en el Puerto de la Fuenfría, por el Camino Viejo de Segovia. 

Jesús

Ruta 81 Marcha a la Maliciosa Baja

La Pedriza, palabra derivada de "piedra", es una gran masa de roca granítica, de unas 3200 hectáreas de extensión, con un claro interés geológico, paisajístico y deportivo, tiene una gran afluencia de escaladores, senderistas y turistas, sobre todo los fines de semana, de manera que se ponen horarios de entrada y límite al número de vehículos con acceso al parque, lo mismo que se ha prohibido el baño en los arroyos que por allí discurren, para evitar el deterioro de toda esta zona. 
Habitualmente se habla de la Pedriza Anterior, cuyo pico más importante y representativo es el Yelmo (1719 m), y de la Pedriza Posterior donde están los las denominadas Torres (2029 m), como límite natural con la Cuerda Larga, esta zona de la Pedriza tiene forma de un gran circo de montaña con la forma de una "C". 

Algunos de los riscos y picos más importantes de la Pedriza son: 
Las Torres (2029 m) 
Las Milaneras (1799 m) 
El Yelmo (1719 m) 
El Carro del Diablo (1609 m) 
El Pájaro (1549 m) 
El Elefantito (1420 m) 

La vegetación en la Pedriza Anterior suele ser la jara, el pino, el acebo, la retama, el romero y el tomillo, y, en la Pedriza Posterior aparecen pequeños bosques de pino silvestre entre riscos y grandes rocas. La variedad de fauna salvaje, se manifiesta en mamíferos como cabras montesas, ciervos, jabalíes, corzos, gamos, zorros, liebres, etc. Y en cuanto a las aves migratorias, que habitan temporalmente en la Pedriza, pueden verse autillos, halcones abejeros, milanos negros y reales o abejarucos. 

En la Pedriza, inevitablemente, hay que destacar las leyendas que se sitúan en la misma, generando una interesante serie de cuentos como la del Cancho de los Muertos -de una hermosa joven secuestrada- y la de la Cueva de la Mora -de una bella y enamorada musulmana, encerrada por su familia en dicha cueva, quedando su espíritu vagando a la espera de su amado joven cristiano- ¿Realidad o fantasía? dejemos correr la imaginación. 

El jueves día 17 de noviembre, del año en curso, 18 pedrizeros, a las 09:15 de la mañana y desde el Collado de Quebrantaherraduras, por la PR16, se ponen en marcha, como primer punto de referencia, hacia la fuente del Terrizo para, una vez atravesada la pista forestal que baja hacia los aparcamientos, continuar el camino por la Sierra de los Porrones hacia la Maliciosa Baja. Esta marcha es toda por sendero, la ida en progresiva subida, a modo del paisaje que aumenta en atractivo según se va avanzando. El día fue benigno, despejado, soleado, tranquilo, suave, benévolo, bueno, clemente, claro, raso, limpio, radiante, luminoso, cálido....o algo así. Decir que se va por la Sierra de los Porrones puede dar lugar a alguna confusión, como que se iba empinando el codo de uno a otro porrón, no fue así, se dio algún tiento a la bota de vino a la hora del bocadillo, pero sin excesos. 

La subida es de mérito, pero este disciplinado grupo la supera tramo a tramo, esfuerzo a esfuerzo, una parada, foto y agua, otra parada, aligerarse de ropa y preguntar sobre la marcha, además, si apareciese alguna duda, se echa una mirada al entorno y queda resuelta, hay quién se para observando el Yelmo y después continua, y, quien no abandona este suave sendero aunque la subida sea un poco dura. Entre pinos y la carrera de algún gamo alterado por la presencia de extraños, se llega al principio del canchal que, como si fuese la tramoya de un teatro, una vez superado, da acceso y vista a la Maliciosa. Se toma el bocadillo entre unas rocas de esta zona, sin terminar la pequeña aventura de llegar hasta la Maliciosa Baja, por motivos de horario, había que hacer el camino de vuelta hasta los coches y llegar a tiempo a las clases de la Universidad. De cualquier forma, por el día y el paisaje disfrutados en esa mañana, sí que se puede aplicar el conocido dicho: ¡que me quiten lo bailao! 

Todo esto sucedió en un recorrido de unos 12 kilómetros, con desnivel de subida/bajada de unos 700 metros(*) y una duración de unas 5 horas. 
(*)- Los tres responsables del grupo queremos dar nuestro agradecimiento a todos por el esfuerzo realizado en esta marcha y en particular, sin menoscabo del resto, a quienes tuvieron que poner un poco más de impulso para realizarla. Gracias. 

Tino 

domingo, 13 de noviembre de 2016

Ruta 80 Vía Verde Morata de Tajuña

Morata de Tajuña
En esta marcha, con 33 asistentes, se ha superado el número de participantes que se tenía, quedando ahora como el número de referencia a superar en lo sucesivo. Por este motivo hay que dar las GRACIAS a todos, los que estuvieron presentes y también a los ausentes, unos y otros forman parte de este proyecto senderista de los jueves, dentro de AEPUMA, y que seguro que con vuestro apoyo se continuará, nunca mejor dicho, por esta senda. Gracias de nuevo. 

Morata de Tajuña es un municipio de la Comunidad de Madrid, se encuentra en el valle del río Tajuña, en la comarca natural de La Alcarria, río de llanura en el interior de España que recorre las provincias de Guadalajara y Madrid con una longitud de unos 225 kilómetros y surte de agua potable a la Mancomunidad de Aguas del Río Tajuña. El nombre de Morata puede tener su origen en que en su término había muchas moreras y morales (árboles), o bien por su terreno, que estaba muy dispuesto para ello, para el cultivo de moreras. Se supone que es de fundación anterior a la época romana por algunas lápidas y objetos encontrados por la zona, los árabes en su época hicieron una consistente red de riego. 

Mojón de Sendas Verde
En lo referente a las Vías Verdes, en España existen más de 2.500 kilómetros de infraestructuras ferroviarias en desuso que han sido reconvertidas en itinerarios ciclo turistas y senderistas en el marco del Programa Vías Verdes, coordinado por la Fundación de los Ferrocarriles Españoles. 

Esta marcha del día 10 de noviembre 2016, con un recorrido de unos 12kms y un fácil desnivel aproximado de 200 metros en subida y bajada, se hizo por las proximidades del río Tajuña, por la
zona de la vega, sustituyendo este paraje a la montaña como paisaje, lo mismo que la pista suple a las sendas y senderos, se fue caminando entre olivos y otros árboles frutales que había a los lados, hasta llegar a unos repechos donde cambia la vegetación y donde en su parte alta, a seis kilómetros desde el inicio, se toma el bocadillo y se hace un pequeño descanso, para regresar después al punto de partida. Del tiempo nada más se puede decir que cielo estaba tan despejado que hasta parecía que se podía ver el aire y tan azul que si ésta fuese zona de mar no habría horizonte porque se fundirian el uno en el otro.
Cartel de rutas por Morata
Terminada la ruta, como en ocasiones anteriores, hubo quienes volvieron para Madrid y quienes se quedaron a comer en el mesón El Cid. Estos segundos, acabada la comida, visitaron un museo de dicho mesón situado en dependencias muy próximas al mismo. Las exposiciones eran sobre la Guerra Civil Española en esta zona de Morata de Tajuña, casi toda, y otra sobre la Etnografía o el estudio descriptivo de las tradiciones y costumbres del pueblo. De esta manera, había testimonios de aperos de labranza como una aventadora, un trillo, hoces, rastrillos, fanegas...lo mismo que la
reconstrucción de una clase de colegio infantil, en la que se hace una recreación, muy aproximada, del material típico de aquellas épocas como eran los familiares tinteros para humedecer el plumín de tinta china y diseñar, más que escribir, en letra gótica, el texto propuesto por el maestro. 

Clase de colegio
También, y con la misma intención reproductiva, hay un dormitorio en el que, se supone, el colchón es de lana al que, cada cierto tiempo, había que mullir para ablandarlo y suavizarlo, al lado de la cama algo tan particular como un orinal, caído en desuso desde hace tiempo pero que, por entonces, era un elemento más de las casas así como los braseros de cisco para calentarse metidos debajo de la mesa camilla. 


Tino 

domingo, 6 de noviembre de 2016

Ruta 79 La Herrería- Silla de Felipe II-La Horizontal

Andando, camino abierto, alrededor de un pueblo o pequeña ciudad, monumental, de testimonios relevantes y gloriosos, reyes y reinas, palacios, conquistas, batallas, barcos, guerras, victorias, derrotas, arcabuces de corto alcance, panteones con célebres huéspedes, órdenes religiosas de siempre. Las emociones no se resisten a percibir las variadas sensaciones que circundan un entorno cargado de historia. Andando, alrededor de un monasterio, donde el joven príncipe tenía aparte una estancia de recreo, jardines bien cuidados y, cerca, un no menos conocido monte de Abantos. 

Ermita de la Virgen de Gracia
Se empieza la marcha del 3 de noviembre, con 27 comensales, cuyo presente y futuro más cercano era recorrer unos 12 kilómetros, con 260 metros de desniveles, por caminos y calzadas, si no con mucho pasado sí bien cuidadas. Partiendo de la Calleja Larga y circundando el propio Monasterio del Escorial, se llega a atravesar la carretera que sube a la Cruz Verde, para hacer una primera parada en la Ermita de la Virgen de Gracia. Cumplida la sesión fotográfica, incluida la foto de familia, se remonta una pequeña subida, por sendero, hasta la Silla de Felipe II, cincelada en una roca y, a la que se dice, dicho rey iba para tener la mejor perspectiva en la construcción de la obra arquitectónica de Juan de Herrera, proyectada inicialmente por Juan Bautista de Toledo, del
El Monasterio desde la Silla de Felipe II
Monasterio del Escorial. Aquí también fotos a discreción y se emprende otra vez la ruta, con la salvedad de darse una escisión involuntaria de algunos miembros del grupo pues, recordando la conocida poesía de Rafael Alberti: "...por ir al Norte fue al Sur..." hubo quienes tomaron camino de las Machotas cuando se debía ir por la Senda Ecológica. 

Solucionada esta pequeña incidencia, se va avanzando por esa senda -que en otro tiempo fue una de las pruebas de Rallyes más conocidas y emblemáticas de la zona Centro- encontrándose con grupos de niños, junto a sus profesores/as, lo mismo sentados en el suelo coloreando en un cuaderno la silueta de un roble y la de un castaño, que acercándose a la cueva del Oso para
Cueva del Oso
curiosear en su interior, van recibiendo explicaciones de toda la flora y fauna del lugar, pasando por el rincón de la Hiedra, acercándose a un Tejo, a un Madroño o a la fuente de la Reina. Podría repararse en un pequeño contrasentido y es el de transitar sobre asfalto con la apelación de ecológico, quitar esta capa artificial y dejar el camino en arena sería más procedente, aunque, para algún nostálgico, se podría seguir conservando un antiguo hito kilométrico de granito, y de color amarillo en la parte superior, que sobrevive a un lado de la cuneta. Al final de esta senda se vuelve a desembocar en la misma carretera del comienzo, se atraviesa con la mayor atención y, al poco tiempo, se gira a la derecha para, en una pequeña pradera, detenerse a comer el bocadillo. 

Cumplida esta misión se camina de regreso al Escorial primero por la Senda Horizontal y después, metidos por el propio pueblo, entre calles se llega al punto donde se empezó la partida y a la que se vuelve tras unas cuatro horas de marcha. 


Fuente de la Reina
Desde el valle y mirando al horizonte se pueden describir, como si de dibujos infantiles se tratara, contornos de un paisaje suavizado, sin que falten esas montañas picudas o las en forma de seta achaparrada, ni unas nubes como copos de algodón flotando cual si alguien, desde arriba, las estuviese sujetando y moviendo a modo de marioneta con unos hilos invisibles, ni esos pájaros con sus alas extendidas como símbolo de lo aéreo y eterno, ni tampoco el sol como un pan redondo con destellos través de sus rayos. Contraste de colores, cálidos al amanecer y difuminados al caer la tarde, estímulos naturales al encuentro de los caminantes.