jueves, 16 de junio de 2016

Ruta 67 Senderismo y gastronomia por Zarzalejo

La descripción de la marcha como siempre realizada por nuestro cronista Tino.


Marcha a Las Machotas:

Las Machotas, con sus historias y leyendas, son dos atalayas que proporcionan el privilegio de unas panorámicas, casi exclusivas, para quien se anima a remontarlas hasta sus cumbres. La Machota Alta o Pico del Fraile de 1461 m. y la Machota Baja de 1404 m., cualquiera de las dos tiene sus tradiciones, presumiblemente, debido a las formaciones graníticas que hay en ellas. Así, en la Machota alta o grande, está la denominada Peña del Fraile por su similitud a un fraile orando y del que se dice que se quedó petrificado por una gran nevada, y, La Machota baja o chica, también es conocida como la de Los Tres Ermitaños, debido a que hay tres rocas con el mismo nombre de tres personas que cuidaron y conservaron las ermitas de la comarca.

En esta ocasión, y debido a que después de la marcha había una parrillada, que se celebraba en el mismo pueblo de Zarzalejo, hubo alguna modificación en el desarrollo habitual de la caminata, de manera que un grupo hizo una pequeña andadura por los alrededores de dicho pueblo, paseo por el Molino, y otro grupo guiado por un componente del mismo conocedor de la zona, se decidió a hacer el recorrido ya anunciado más arriba.

Si esta fuera una crónica taurina, se diría algo así como que el día 14 de junio de 2016, a las 09:30 horas de la mañana, doce senderistas, dieron cuenta de unos 11 kilómetros 11, de la divisa del camino de Entrecabezas al Escorial y con unos desniveles de unos 600 metros acumulados, tanto de subida como de bajada.
Flor de peonía
O también, según un enfoque naturista, no se olvidaría decir que se atravesarían zonas con notable variedad de vegetación, como sería la presencia de robles, castaños, lo mismo que enebro, jara y una amplia variedad de flores, entre ellas algunas peonías, en cuanto a la fauna también la posible presencia de jabalíes, lagartos y aves rapaces, igualmente se vio algún hoyo en forma de embudo perteneciente a la denominada "hormiga león".

Históricamente se mencionaría la Calzada Romana que hay por esa zona así como la fuente del Rey, Felipe II en este caso, pues según alguna leyenda anduvo por los alrededores de Las Machotas y se refrescaría en ella.

La subida se comenzó, después de callejear por el pueblo, campo a través, hasta conectar con un sendero que, en progresivo ascenso, llevaba al grupo hasta las cercanías del collado de Entrecabezas. Una vez allí, y tras tomar agua fresca en la fuente del lugar, se coge rumbo hacia la Machota alta, remontando un desnivel de terreno, recuperando aire en algún falso llano, nuevo remonte, nuevo respiro, paso por algún cerramiento de vegetación que, con mucha imaginación y jugando a ser algún personaje de película de acción, alguien pensaría que se abría camino con un machete hasta llegar a campo abierto, en este caso, a las proximidades de la Peña del Fraile.
Peña del fraile
Desde esta altura de la Machota, inevitablemente, se activa el sentido de la vista para que se recree con el premio de unas perspectivas, si no únicas, si especiales, acompañaba también la claridad de un día despejado y el impacto en la piel de una suave brisa, que ayudaba a distenderse del esfuerzo realizado en la subida y que, a la postre, era un continuo fluir de agradables sensaciones, también se podría interpretar como que era el agradecimiento del fraile cautivo por haberle acompañado durante unos instantes en su retiro y soledad.

Hecha esta visita, y teniendo pendiente la de la otra Machota, muy visible desde allí y, pareciendo como que estaba un poco impaciente por la tardanza, después de la obligada sesión fotográfica, se dirigen los pasos hacia la otra montaña hermana. Para agilizar la llegada, se atrocha un poco dirección al sendero de vuelta, acortando de esta manera el espacio y tiempo aunque, sin hacer derroches de este segundo, si se invirtió un poco del mismo deteniéndose a ver "de arriba a abajo" el paso de una escuadrilla de aviones participantes en alguna posible ceremonia oficial y que también arrancó unas cuantas instantáneas fotográficas. Sin más demora se vuelve al collado de inicio para hacer un descanso y desenvolver, como si se tratase de un regalo, por el mimo con que se hacía, el bocadillo que ha ido meciéndose en la mochila y que revitalizará las energías necesarias para efectuar la segunda parte del recorrido.

El Valmayor desde la Machota baja
Tras los pasos del actual guía, se comienza el camino hacia el segundo destino de esta ruta, en una no muy desnivelada subida, pero sí con algún estrechamiento en piedra siendo conveniente quitarse la mochila y pasar de perfil, a modo de los dibujos egipcios de la época faraónica. Había tramos del recorrido en piedra que, junto con una capa de tierra, produjo algún resbalón, pero pasado el momento de desequilibrio o leve caída, no quedó más que en el recuerdo. Entre canchales y pequeños collados se va viendo que la cumbre está cada vez más cerca y, aquí también, era como si se fuese descorriendo el telón para divisar un paisaje casi de fantasía. Ya en la cumbre y dado que el vértice geodésico estaba en lo alto de una roca, algunos se animaron a treparla mientras que otros hacían el recorrido alrededor para, desde cualquiera de los dos puntos, ir girando sobre sí mismos e ir fijando la atención en la enorme variedad de formas y colores que configuraban un paisaje casi exclusivo.

Cumplido el tiempo de estancia, y con la misma sensación de ver el fin una película muy agradable, se retomó el camino de vuelta hacia el punto de inicio. Desde la mitad del recorrido en bajada y yendo por otro camino, se pasa por una zona muy rica en vegetación y variedad de la misma. Se callejea nuevamente por el pueblo y, tras unas cinco horas, se dio por finalizada la faena montañera para empezar la gastronómica que, con toda dedicación, tenían ya preparada parte de otros componentes del grupo.

Baño en la piscina, parrillada, concurso de mojitos, guitarra y armónica, partidas de mus, coloquios....difícilmente se podría imaginar mejor colofón a una marcha que, si en sí fue encantadora, el broche a la misma no fue menos.

Ya solo queda mostrar el más sincero agradecimiento tanto a quien desinteresadamente ofreció su casa, para que se organizara todo este revuelo, como a l@s artífices del mismo, sin ell@s no habría sido posible ese tiempo de compañía, de distensión y descanso.


Graci@s.


5 comentarios:

  1. Muchas gracias Tino por llamar solo resbalón al percance que sufrí subiendo a la Machota Pequeña. Creo que fue una caída en toda regla, aunque como bien dices, quedó para el recuerdo. Me vino bien para tener en cuenta que hay que prestar más atención a las piedras traicioneras y resbaladizas. Con el tiempo, me he ido confiando más de la cuenta.
    Las sensaciones una vez llegado arriba, y las vistas extraordinarias, bien merecen la pena un moratón. Las subidas un pelin arduas para los que todavía nos estamos entrenando, pero muy gratificantes, y no muy largas. Me encantó la ruta. Con sol, pero sin calor. Con un vientecito refrescante muy agradable. ¿Lo encargasteis alguno de vosotros, para nuestro disfrute? (confío tanto en nuestros guías que los creo capaces de todo para hacernos sentir cómodos) A riesgo de ser pesada, una vez más, gracias a nuestros guías, a Agustín guía por un día, a Mari Luz que nos admitió en su casa, y a todos los que hicieron posible la parrillada, comprando, asando, haciendo ensaladas, recogiendo...

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    1. Gracias a ti también Leonor por tus comentarios e indicaciones. Como bien has reflejado, una de nuestras inquietudes es hacer que las marchas sean amenas y que cumplan su objetivo, que no es otro, que os encontréis a gusto a pesar de las características del terreno y de la climatología. Saludos.

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  2. Solo añadir que a la preciosa ruta a las Machotas y a la espectacular parrillada en casa de Mari Luz hay que sumar ahora esta crónica deliciosa que nos escribe Tino y que pone la guinda a un dia perfecto.
    Y, como siempre, lo mas importante, la gente del grupo de Senderismo AEPUMA.
    Gracias a todos

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  3. Gracias a ti también Daniel, por tu asistencia y por tu apoyo al grupo de Senderismo AEPUMA. Saludos.

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