viernes, 30 de septiembre de 2016

Ruta 73 Boca del Asno - Valsain - Boca del Asno



La descripción de la marcha como siempre realizada por nuestro cronista Tino.
Marcha Boca del Asno-Valsaín:



Distancia 10 kms

Duración 4 horas

Desniveles 100 mts.

Caminando por la Boca del Asno, el jueves 22 de septiembre, me crucé con un grupo de XX personas, que iban en amena charla, a las que saludé y las que me dijeron que eran un grupo de senderismo -con salida de marcha los jueves- de la Universidad Autónoma de Madrid, pertenecían a los cursos para mayores (PUMA), era gente receptiva y amable, por lo que me atreví a solicitarles si les podía acompañar en su recorrido, a lo que accedieron.
Rio Eresma



Ya incorporado en su grupo discurrimos, en algunos tramos, paralelos al río Eresma, por las denominadas Pesquerías Reales, mandadas construir por Carlos III con la finalidad de poder practicar la pesca de la trucha. Asimismo, transitamos por el área recreativa de la Boca del Asno, también junto al río Eresma, en los Montes de Valsaín (Parque Nacional Sierra de Guadarrama), declarados por la Unesco como Reserva de la Biosfera.



Cartel informativo del Parque Nacional
Buen día, buenos caminos, buenas vistas y buena compañía hicieron que un día normal para mí pasase a sentir que era un día algo especial. Especial por ser acogido por gente abierta, especial por reconocer con ellos lo que ya sabía, pero de lo que recibí una visión diferente, especial por ver con satisfacción la felicidad de un perrillo avanzando y retrocediendo en ágiles carreras cuidando que no faltase nadie,  especial porque, yo ya también con una buena carga de años cumplidos, me convencí de querer pertenecer a esos cursos de mayores y, más aún, de poder formar parte de ese grupo de senderismo.


Puente de Navalacarreta
Dada mi torpeza con el manejo de modernos aparatos, como pueden ser esos denominados teléfonos móviles y de los que he huido siempre que he podido, me gratificó ver que, a través de una fotografía, estaba metido en una pequeña pantalla, pero no por mí mismo, sino porque en algo tan pequeño habíamos entrado un montón de personas, yo y mis acompañantes, unas montañas, unos árboles...unas siluetas, siluetas que no eran más que las de unas almas inquietas por saborear una de las esencias de la Naturaleza.


Cartel informativo
Agua trasparente, fría, libre, se movía a nuestro lado, a veces despacio, otras más deprisa, hacia su destino, hacia su sino, hacia un refugio que acogiese su esencia de agua, su esencia de ser de lo más relevante de la Tierra, su esencia de, además de importante, ser bella. Aves en vuelo iluminaban un cielo blanco y azul, con destellos en sus plumas de color púrpura y aleteos pausados, definían su movimiento. Flora, fauna y paisaje como karma de un lugar, hermanado a una montaña, cercana en proximidad y en su acogida, entorno agradable a la vista y, diría, que a los demás sentidos.


Y así, andando, parando, leyendo carteles informativos y alguna placa conmemorativa de hechos pasados, fuimos gastando nuestro merecido tiempo de disfrute, de sosiego, por caminos y veredas que, si no llevan a una dicha total, sí a la  de haber cumplido, una vez más, con cierta plenitud, un deseo a repetir otro jueves, y otro, y otro.





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