martes, 25 de abril de 2017

Ruta 100 Peñalara por Batallón Alpino (20/04/2017)

El Parque de Peñalara (714 hectáreas) es el mejor representante de los ecosistemas de alta montaña de la Comunidad de Madrid y un lugar único de observación de las formas geológicas propias del glaciarismo cuaternario en la sierra de Guadarrama. Está situado en el término municipal de Rascafría y fue declarado Parque Natural con la Ley 6/1990 de la Comunidad de Madrid. Esta Ley reclasificaba la figura de protección original de 1930, que era la de Sitio Natural de Interés Nacional. 
Este Parque Natural de Peñalara puede entenderse también como una extensión de un territorio más amplio e igualmente valioso: el valle del Paular. Este valle da continuidad natural a los ecosistemas del macizo de Peñalara, a la par que protege al mismo de impactos procedentes del exterior. El emblemático río Lozoya, aljibe de la ciudad de Madrid, vertebra este valle, que se corresponde con la cabecera de la cuenca hidrográfica del mismo. Es uno de los espacios naturales más importantes de la Comunidad de Madrid, dado que es el valle mejor definido e individualizado de la sierra de Guadarrama y el que tiene los ecosistemas de montaña más representativos. Destaca por sus valores geológicos, geomorfológicos, por la singularidad y diversidad de especies y hábitats, por la espectacularidad de su paisaje y por la riqueza de su patrimonio histórico-artístico. 
El macizo de Peñalara es un lugar emblemático en la historia del montañismo, este espacio es uno de los destinos favoritos para el esparcimiento de los madrileños, con más de 130.000 visitantes anuales. Existen una serie de rutas de senderismo para conocer este espacio natural. 
La restauración ecológica realizada tras la expropiación de la estación de esquí Valcotos se ha convertido en un referente mundial en la restauración de ambientes de alta montaña. Tras la demolición de todos los remontes mecánicos y edificaciones, se procedió a la regeneración de los parámetros fisiográficos originales del terreno Igualmente paradigmática ha sido la restauración de la laguna Grande de Peñalara, afectada en el momento de la declaración del parque natural por episodios crónicos de una intensa erosión en sus orillas y la acumulación de residuos sólidos, estos problemas ambientales están actualmente resueltos. 

Asistentes: 18 
Distancia: 12 kilómetros 
Desnivel: 680 metros 
Tiempo: 5 horas 45 minutos

Hoy es una crónica un poco especial, hoy se han cumplido100 marchas, cien veces caminando, cien veces compartiendo un empeño, algún que otro sueño, cada uno el suyo propio o incluso ninguno determinado, más que el de madrugar para salir a andar, en llano, en altura, más próximos o más retirados de casa, siempre pensando en disfrutar de un paisaje, de una compañía, de alguna montaña. 
Se empezó con la intención de definir un primer camino, el primer destino, la primera aventura, esa primera vez que siempre se da, necesaria, prólogo para las que después vendrán. A veces buen tiempo, otras no tanto, a veces fáciles, otras menos, a veces ¡qué calor hace! otras ¡vaya viento! a veces un camino dorado, otras como arado por el tiempo. 
Esa primera subida, ese cortafuegos que no consiguió cortar las ansias de seguir, esos desafíos que se han ido superando, que han ido dando forma a una filosofía, a un transcurrir cada día, por sendas, pistas, canchales, atrochando, trepando, caminando y, ante todo, disfrutando. Desniveles en subida, en bajada, restos históricos, curiosas formaciones en piedra, cuaderno de visitas, alguna cumbre un poco escarpada, arroyos, ríos, flora y fauna, todo ello formando un álbum con más de cien recuerdos y alguna que otra añoranza. 
Aproximándose el mes de mayo, esta mañana de primavera fue fresquita, eufemismo de auténtico frío, no obstante se juntaron un buen número de andantes que, coincidiendo con un grupo de componentes de la UME (Unidad Militar de Emergencias), se pusieron en marcha camino a la cima. 
Cuesta arriba, por pinar, algo protegidos del frío y la niebla, se va cogiendo el pulso a esta marcha de onomástica, a un nuevo encuentro con el color, los sonidos y el olor, con la naturaleza. Por el aire se pasea un poco de humedad, suave, amiga porque refresca pero no moja, si acaso un poquito, como si fuese una caricia, también algo juguetona, haciendo desaparecer, y aparecer de nuevo, un paisaje de montañas, de regalos, de fantasías, pura magia. 
Se va ganando altura por el suelo a la par que las nubes bajan desde su cielo, a caminar también despacito, quieren saber qué se siente yendo entre la gente, entre amigos. Es como una invitación a acompañarlas por su otra casa, las montañas, y así entre unas y otras, dar la bienvenida a los visitantes, ofrecer su hogar acogedor aunque, eso sí, sin calefacción, pero donde caben todos, donde no hay prisas, donde la altura el vértigo que produce es el de la dicha. 
Quienes van delante tan pronto están que no están, que se han ido pero que vuelven, a veces se sigue una silueta otras un color de ropa chillón, como si dijera a voces ¡sígueme! y así, entre que te veo y no veo casi nada, se llega al alto de Peñalara, desde sus 2428m a un lado se ve la provincia de Segovia al contrario la de Madrid. Si desde esta atalaya habitualmente se puede dar un auténtico recreo a la vista hoy, a pesar de las intermitentes interrupciones blancas, cuando se hacía la claridad, se alcanzaba a ver lo real casi como fantástico, mejor se puede afirmar que auténticamente fantástico. 
Al resguardo de un refugio se toma el bocadillo, en círculo, charla amena, la bota de vino resuena, los tientos son con un buen brillo, cosas que produce el frío. Ya de bajada, hacia el refugio Zabala, quien va delante abre paso al que va detrás, pensando que si le sigue no se perderá. Trayecto de descenso pudiéndose divisar el refugio desde lo alto, caminar tranquilo, ya despacio, pues tras esta visita solo queda la Laguna Grande, sendero fácil y terminar una marcha deseada por su significado para el grupo que ha llegado a conmemorarla. 


Tino 

5 comentarios:

  1. Enhorabuena a todos por la ruta 100. Fue un dia precioso a pesar de la niebla. Una vez arriba, fantástico, como dice Tino. Las sensaciones intensificadas por el viento, y por las nubes que dejaban entrever algunos picos todavía con nieve.

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    2. Leonor, muchas gracias por tu comentario.
      Gracias también a todos por vuestra participación y haber hecho posible esta meta de las cien marchas. ¡GRACIAS!

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  2. Hola Tino bonita descripción de la marcha y el paisaje. Bonito poema, con palabras sueltas consigues resumir muchos sucesos de nuestras azarosas vidas.
    Gracias una vez mas por hacernos posible y agradable la marcha y después deleitarnos con tus escritos.

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    1. Miguel,
      muchísimas gracias a ti también por tu apoyo y criterio favorable a lo que modestamente pueda transmitir. Sinceramente, lo que escribo es como un desahogo y, si además sirve de conexión con otras experiencias individuales, de verdad que me encuentro con una doble gratificación. Te reitero el agradecimiento y recibe un cordial saludo, Tino.

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