martes, 24 de julio de 2018

Mi despedida de este blog (de sus lectores)


Despedida:

Estimado amigo blog, no se por cuánto tiempo habrá, o no lo habrá, un domingo que, viajando en el asiento de un autocar, yendo a la montaña, con el móvil en la mano, como siempre, oyendo música en mis auriculares, como siempre, ya no iré pensando en escribir, como hacía antes, ya no iré fantaseando para hacer una crónica, como hacía antes, ya no iré imaginando personajes para el siguiente relato, como hacía antes, ya no iré preparando el cuaderno de bitácora, como hacía antes...ya solamente iré mirando por la ventanilla, iré mirando el paisaje, iré mirando qué mirar, si imaginario o real. No iré pensando en la siguiente ruta, no iré pensando qué tiempo hará, no iré pensando en tantos o cuántos kilómetros, en tanto o cuánto desnivel, en tantos o cuántos iremos, en tantos o cuántos nos quedaremos a comer. No se por cuánto tiempo, de momento, lo seguro, es que será hasta la próxima temporada, por entonces…puede volver a ser todo o nada.
Estimado amigo blog, probablemente no me echarás de menos, porque quien te cuide seguro que lo hará mejor que yo, también te atenderá mejor que yo, no te pondrá en ningún aprieto como hice yo, no te colará historias que no venían a cuento por algún rincón, llevarás un trascurrir más sosegado, más lógico, más equilibrado.
Estimado amigo blog, solo espero que, si más adelante me dedicase a otro blog, escribiendo, imaginando...en un autocar, yendo a la montaña, procures entenderme, nunca será por hacerte de menos, nunca por rivalizar contigo, todo lo contrario, siempre actuaré recordando y apreciando lo que aprendí de ti cada domingo, siempre tendrás tu ascendencia conmigo, por haber sido quien consiguió que del desconcierto, de la duda y la inseguridad, pasara a la certeza, a soñar y a amasar esperanzas con las que pude disfrutar.
Y nada más, estimado amigo blog, espero que me entiendas, seguro que en no tanto tiempo, quedaré como aquel simple recuerdo que pasó tan rápido como el guiño, como el pestañeo, de un ojo con tacto tierno.

¡Adiós! Tino.

2 comentarios:

  1. Tino:
    De este blog te puedes despedir si quieres (al fin y al cabo tuyo es) pero no así de sus lectores, como titulas.

    Porque sus lectores siguen siendo tus compañeros de rutas, tus "pupilos", causantes de tus preocupaciones semana tras semana, tus amigos, que son unos egoistas y no quieren echarte de menos, sino continuar viendote y dándote la lata, si no puede ser tan a menudo, al menos de vez en cuando; echándote una mano si lo precisas (casi nunca ocurre porque siempre vas tres pasos por delante en todo) pero en definitiva contando siempre con tu compañia,seas o no el organizador.

    Porque, ¿qué van a ser estas rutas sin Tino?. Asi que, adios blog, pero nunca adios Tino.

    ResponderEliminar
  2. Daniel, una vez más, gracias por todo, por tus comentarios, por tu apoyo y por estar siempre presente tanto en una situación mía como en otra.
    Tú ya sabes que terminé un ciclo de horario y, por consecuencia, de día de senderismo, por lo que tengo que organizar las actividades personales conforme a este cambio. A consecuencia de esto me despedí como guía, con mayor o menor convencimiento, pero me despedí, eso sí, ¡nunca de salir a la montaña! siempre que no tenga problemas de lesiones o de salud.
    Ya he comentado, no hace mucho, que ando metido en hacer otro blog, dentro de mi casi total desconocimiento en ello, sigo escribiendo algún relato breve (uno de mis pasados personajes comentaba que dejaría de escribir para los demás pero no para sí mismo), sigo preparando alguna ruta, tanto con algún tramo antiguo como nuevo para mí, en conclusión, el tiempo definirá por dónde andaré y con quién, pero que, necesariamente, no tiene que haber un adiós Tino. Solo queda por ver cómo organizo mi futuro, que aún no lo tengo claro. Un abrazo.

    ResponderEliminar