sábado, 15 de octubre de 2016

Ruta 76 Marcha de la Fuente del Cura a la Ermita de San Blas

La descripción de la marcha como siempre realizada por nuestro cronista Tino.

Imagen de San Blas
Son las 09:30 de la mañana, de los catorce senderistas convocados, falta uno que llegará un poco más tarde y que se unirá al grupo sobre la marcha, por lo que se emprende la ruta a través de una buena pista, cómoda y ancha. A mitad del camino espera una imagen de San Blas -cuya fiesta se celebra el 3 de febrero con una romería desde el pueblo- el santo recogido en su pequeño altar, a veces parece estar meditando, otras seguro que está por rezar. Un cartel define bien esta ruta como Sendero Local desde La Fuente del Cura a la Ermita de San Blas, proporcionando además información sobre cómo el pueblo de Miraflores cuida a su santo. 

Cartel informativo
En una nota, junto a la pequeña ermita, y probablemente de algún romero de cualquier año de estos, encontré un escrito, sin decir para quien, pero que yo lo hice un poco mío y lo cuento aquí también: 

"Dibujos de montañas con sus cumbres blancas, dibujos de árboles con largas ramas, dibujos de rocas, nubes, aves y otros animales, de senderos, de cielos, dibujos de personas, mujeres y hombres andando, charlando o en silencio, sin edad definida, tampoco es relevante, se habla de hoy o de ayer, de un amigo o una amiga, se habla, a pesar de ir andando, sin fatiga, dibujos en carboncillo, en acuarela, en lienzo, en papel, enmarcados o en una pared, dibujos a trasmano o hechos con mucha fe. 
Es temprano, aún tengo tiempo, hasta que empiece a caminar, para recordar que anduve por estas y otras sendas, a veces no quería avanzar, solo quería soñar, abrazar ilusiones, canturrear canciones, sentirme acompañado por el viento y escuchar sus susurros de aliento.
Estoy en Miraflores antes denominada Porquerizas hasta que, puede ser o no, la reina Isabel de Borbón -esposa de Felipe IV- de camino en un mes de noviembre hacia El Paular y al contemplar una pradera de flores dijo la expresión "¡Mira flores!. 
Ahora me envuelven multitud de colores, también en su momento el olor de la hierba recién cortada me hacía pensar, sentir, añorar que de niño corría por el campo, saltando sin saber por qué, probablemente por ser un niño al que gustaba correr, saltar y al aire, acariciar"

Ermita de San Blas
Llegados a ese pequeño aposento del santo, ya todos los componentes del grupo juntos, como parece algo suave la marcha hecha hasta allí, se acuerda extenderla algún kilómetro más. De esta manera, se senderea improvisando, ahora a la izquierda, después a la izquierda también para, más adelante, girar a la derecha, continuando todo recto y, de nuevo, llegar a la altura de San Blas en su aposento. 

Antes del refrigerio, alguien pregunta sobre las medidas de la marcha y, quien está más ducho en ello le pone al corriente, son unos 11kms, con un suave desnivel en subida y bajada de unos 260m acumulados, la duración aproximada también será (mira el
Senda
reloj y después de unos cálculos) de unas 4 horas en total. 

Dispersos pero no muy alejados de la imagen, se apura el último bocado antes de emprender la vuelta al punto donde habían empezado y, eso sí, pidiendo razón de la bota de vino pues, ante la ausencia de su dueño, quien se encargó de custodiarla además de esto tendría que haberse acordado de llevarla. 

Detrás de la ermita otro cartel indica la panorámica que se puede ver, y, dentro de ella aparecen formaciones de tanta consideración como La Pedriza, La Najarra, Cabeza Menor y Cabeza Mayor, pero al no ser
Mirador detras de la Ermita
un día despejado se quedó por disfrutar de ese panorama, no muy cercano pero tampoco lejano. 

Por otra pista paralela a la de ida se hace el camino de vuelta, hacia el final de este trayecto comenzó a lloviznar, después a llover, ante ello se activan los antídotos para no mojarse, o lo menos posible, y se ponen en acción los chubasqueros, paraguas y cualquier otro artificio que haga esa función. Cruce de carreteras, entrada al pueblo, calles por arriba, calles por abajo, las que eran en cuesta se subían con algo de trabajo y, de nuevo, en el área recreativa desde donde se hizo la partida, dándose por terminado este caminar del día que, entre lo previsto y lo improvisado, dejó buen recuerdo de esta pequeña y cómoda travesía. 

2 comentarios:

  1. Muy bonita la marcha, con incipientes colores otoñales, resaltados por la humedad, ya que había llovido durante la noche anterior a nuestra marcha.El ambiente nublado, pero no gris; con una luz, de la que dan cuenta las fotos realizadas por "los reporteros improvisados". Como siempre los guías, aunque echamos de menos a Picón (y algunos la bota que siempre trae consigo), y la compañía, estupenda.
    Pero como marcha, me resultó demasiado suave, incluso a pesar del recorrido añadido a ultima hora antes del bocadillo. Tiene que haber para todos los gustos, por lo que seguro que habrá gente que no esté de acuerdo conmigo. En cualquier caso, me encanta esta actividad, sean como sean las marchas, y como me gusta tanto, que a veces me queda la sensación de que querría haber andado mas camino, sobre todo cuando la ruta no supone demasiado esfuerzo, por llana o por la velocidad que llevamos. A lo mejor, como apuntó un día Tino, es que ya estamos mas entrenados.
    Como siempre, gracias a todos los que hacen posible esta actividad de manera desinteresada: guías, fotógrafos,los que ponen su coche...

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  2. Leonor, gracias a ti también por tus comentarios y por la participación en las marchas. Ciertamente, con la práctica se va cogiendo forma física y que cada uno tenemos nuestras tendencias en los tipos de rutas. Como bien dices, lo esencial es hacer una actividad que guste adaptándose, por ello y en la medida de lo posible, a las distintas posibilidades que se propongan. Saludos.

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