Dehesa de Valdelatas |
La
Diputación de Madrid hacia 1928, propuso la creación de un parque con especies
resinosas y de crecimiento rápido debido al mal estado en que se encontraba el
monte de Valdelatas. Años después se plantaron más de 100.000 pinos. Se creó
también un vivero forestal dentro del monte. No obstante, tras la Guerra Civil,
el monte de Valdelatas quedó arrasado, por lo que en 1942 se acordó un
consorcio con el Patrimonio Forestal del Estado para su repoblación. En 1946 ya
estaba instalado el vivero forestal en la base del cauce donde se encuentra la
olmeda. En imágenes de 1956 se aprecia cómo la vegetación se va recuperando y
en otras posteriores ya se observa un aumento de edificios en las zonas
urbanizadas y, en particular, la creación del hospital psiquiátrico. Su
construcción supuso la instalación de una depuradora que, desde entonces,
vierte sobre el cauce, gracias a lo cual el arroyo ha recuperado un caudal
constante que ha contribuido notablemente al estado actual de la olmeda.
Disuelto
ya el velo de la fría niebla matinal, a las 10:00 de la mañana del día 12 de
enero de 2017, se juntan 28 caminantes en la entrada a la Dehesa de Valdelatas,
para retomar la actividad andariega del grupo senderista de los jueves UAM.
Como hoja de papel en blanco por escribir o transitar, diseñando nuevas
veredas, y después de unas fiestas de serpentinas y confetis, se retoma el
trasiego aparcado pero no abandonado y menos olvidado, hoy por una zona cercana
a la ciudad, a esa gran urbe que es Madrid, hábitat de colmenas humanas, de
laberintos y agobios, de idas y venidas, de contaminación, de anomia, de
incertidumbres....la ciudad de todos, de ese "Madrid me mata" y también de ese "De Madrid al cielo"
Sendero |
Hoy
las distancias son cortas y las expectativas agradables, si el pasado fue
benigno, el presente y, por consecuencia, el futuro, solo puede vivirse como
esperanzador, nada nuevo, lo más conocido y lo más esperado: disfrutar, vivir,
caminar, sentir el placer de la brisa tranquila, de la compañía, del silencio,
del no contar los pasos para no medir el tiempo, el recuerdo no es el pasado,
es una experiencia vivida y que se puede guardar en el cofre de los
sentimientos, parecería que la Tierra no corteja al sol girando a su alrededor sino
que está a su lado dándole aliento y algo de calor. Una vez todos reunidos, lo
mismo que se emprende la marcha, se va haciendo alguna presentación de quien va
por primera vez con el grupo, suave descenso al principio del camino, con unas
escaleras de madera para sortear un arroyo, hace que después se inicie otro
suave ascenso con un caminar tranquilo. Se va avanzando tanto en el recorrido
como en aquello que se quiere transmitir de las pasadas vacaciones, esta escena
queda aderezada con una climatología que va al mismo ritmo de calma y adhesión
a compartir todo lo bueno que se pueda imaginar.
Al
ser el espacio de hoy limitado en su extensión, aconseja poner en marcha
también algo de imaginación en el recorrido, avanzando y retrocediendo por
distintas pistas y senderos, pero que no merman el disfrute del paseo,
cruzándose con corredores, ciclistas, paseantes con mascota e incluso otro
grupo senderista.
Lo mismo se transita junto a una torre de control de guardas
forestales, que junto a unas ruinas o un pequeño acueducto, alguna finca o
vivero, un área recreativa para descansar y ver cómo un silencioso transcurrir
del tiempo también se posa sobre la hierba para gozar de la naturaleza. Como no
podía ser de otra manera, a mitad de camino se hace la necesaria parada para tomar
el bocadillo o algún otro alimento ligero pues al no mucho espacio de tiempo se
irá a comer en casa. Se invierten unas tres horas para recorrer casi 10
kilómetros y un desnivel acumulado de unos 180 metros, en esta primera marcha
de reinicio después de las vacaciones de Navidad.
Pequeño acueducto |
Cumplida
esta salida inicial de 2017 y dado que se estaba muy cerca de la Universidad,
se acuerda ir a tomar una cerveza a la zona de la residencia de Erasmus e
intercambiar diversas propuestas de actividades lúdicas para un futuro más o
menos inmediato.
Los
jueves senderismo ha arrancado la segunda fase de la temporada, a partir de
aquí tiene por delante el desafío de al menos igualar a la anterior y, de
mejorarla, solo será con el compromiso de hacer lo mismo con la siguiente. Ya
solo resta agradecer a todos los asistentes en esta ocasión, y a los que se
animen en un futuro, su presencia indicando que toda la dedicación en esta
empresa es para el disfrute y beneficio de todos.
Tino
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