Bustarviejo es un municipio situado a 1.222 metros de altitud
en las estribaciones de la Sierra de La Cabrera. Se asienta sobre formaciones
de granito, y se encuentra situado entre dos cerros, al norte el de Bustar y al
sur el del Pendón. Destaca entre sus cumbres El Mondalindo (1.833 m). El
municipio cuenta con importantes manantiales que han sido utilizados desde
siempre para uso agrícola, ganadero o bien doméstico. Cabe destacar la
presencia de numerosas fuentes que se distribuyen por todo el término
municipal. En cuanto a su patrimonio histórico-artístico destaca la Iglesia
Parroquial de la Purísima Concepción (Siglo XV), la Ermita del Cristo de la
Peña, la Ermita de la Soledad, el Ayuntamiento, la Plaza Mayor, el Potro de
Herrar o el Vía Crucis. Destacamos también algunos ejemplos de arquitectura
tradicional serrana y la existencia de 6 molinos hidráulicos antiguos que nos
indican la importancia del agua en el municipio. Todo ello en un entorno
natural de gran valor medioambiental, en plena Sierra Norte de Madrid.
La Iglesia de la Purísima Concepción.
Es el edificio más antiguo de Bustarviejo, construida sobre
un promontorio rocoso en el lugar en el que se levantaba la primitiva iglesia
que, a su vez, ocupaba el espacio de otro templo anterior. La torre habría
adquirido un aspecto similar al actual entre finales del siglo XV y principios
del XVI, pero los elementos iniciales de la misma fueron construidos a
mediados del siglo XIV. En cuanto a las partes más antiguas del edificio,
los trabajos descubrieron que una pequeña zona del muro norte y el interior
del ábside formaban parte de la iglesia primitiva, se conocen los
cimientos de dos muros encontrados durante la restauración integral y que
estaría relacionado con una necrópolis rupestre medieval situada bajo el
edificio actual. La decoración de la cornisa de la torre, mediante una serie de
bolas de granito, también puede encontrarse en otras iglesias de la zona
(Manzanares el Real, Colmenar Viejo, San Agustín del
Guadalix, Miraflores de la Sierra...) permitiendo su datación entre
finales del s. XV y principios del s. XVI. En el s. XVI la iglesia sería
nuevamente ampliada hasta en dos ocasiones. En 1600 comenzó la
construcción del atrio, acabándose en 1617. A mediados del s. XVII se
llevó a cabo una pequeña ampliación de la nave de la Epístola hacia
el este y se reforzó el ábside. Desde mediados del s. XVII hasta mediados del
s. XIX, la iglesia sería intervenida en distintas ocasiones. De este período
data la construcción del arco triunfal que separa la nave central
del Presbiterio, del que destacan sus extraños apoyos: el sur es un grueso
pilar formado por los apoyos de varios arcos, mientras que el norte es una
columna de pequeña altura en relación con su volumen. Se trata de la única
columna de estas características presente en el edificio, ya que el resto de
los apoyos son pilares más o menos regulares.
El Ayuntamiento o Casa Consistorial de Bustarviejo.
Se construyó en 1770, en sustitución del edificio
antiguo, que se encontraba en un estado lamentable. La parte más destacada del
edificio es su fachada principal, que da a la Plaza de la Constitución. Su
doble arcada, de gran regularidad y armonía, está formada por
diez arcos de medio punto (cinco en la planta baja y cinco en la de
arriba). Cada arco está formado por cinco piedras perfectamente cortadas y
ajustadas. Los arcos se apoyan sobre pilares, que aunque
parecen paralelepípedos, en realidad las bases superiores son unos cuatro
centímetros más grandes que las inferiores. Esta pequeña diferencia, a pesar de
ser imperceptible por el ojo humano, es la responsable de la gran armonía del
conjunto.
La Torre de la Mina.
Se encuentra ubicada cerca de la antigua mina, en
la Cuesta de la Plata. La torre, en ruinas, es una
construcción cilíndrica de mampostería a base
de piedras y argamasa bastante sencilla, que se utilizaba
como molino. En 1983, por Real Decreto fue declarada Monumento Nacional
Histórico-Artístico, junto con otras construcciones de la zona, como
el castillo de Mirabel (en Manjirón) o las atalayas de El
Berrueco, Venturada o Torrelaguna. El hecho de aparecer junto a
varias construcciones defensivas, llevó a clasificar a la torre como una
atalaya árabe más, pero, esto es muy probablemente erróneo. Fernando Sáez
Lara indicó que la torre se habría construido tras comenzar la explotación
de la mina y que «acaso sirviera como molino de viento para pulverizar el
jaspe».
Ermita de Nuestra Señora de la Soledad.
Por los documentos antiguos del municipio, especialmente
los testamentos, se sabe que en Bustarviejo se levantaban varias ermitas.
La ermita de la Soledad es una construcción rústica y sencilla situada a las
afueras del pueblo, en la carretera de Valdemanco. Delante de ella se levanta
una cruz de piedra de los años 1940, aunque apoyada sobre una base mucho
más antigua. Debido a la sobriedad del edificio, los elementos decorativos
escasean, destacando únicamente la pequeña cruz de hierro que remata el tejado
y la reja que cierra el atrio de entrada. El interior, de planta rectangular,
es aún más sencillo.
Ermita del Santísimo Cristo de la Peña.
La ermita del Cristo, en la entrada del pueblo por la
carretera de Valdemanco, es una construcción única en la zona, ya que es la
única ermita labrada en la piedra. Aunque, lo más seguro, es que ya
existiera una gruta natural, el interior fue agrandado y alisado. La entrada
está formada por un dintel y unas jambas de piedra, en las
que de pueden leer una serie de inscripciones grabadas, además, sobre la
entrada se colocaron unas lanchas a modo de toldo o visera. En
el dintel puede leerse, con más o menos dificultad: «HiZO eSfA ObRA frCO BZA
ACΛbOSe AñO 1625» (Hizo esta obra Francisco Baonza acabose año 1625); y en la
jamba derecha: «Aq ΛLÇARŌ ē ΛLtO LΛ + i LΛ PUCieROn ē UnΛ PñΛ» (Aquí alzaron en
alto la cruz y la pusieron en una peña). Sobre la peña hay una cruz, en la que
comienza el vía crucis y que termina enfrente de la otra ermita que
sobrevive, la de la Soledad.
(Información extraída de Wikipedia)
Datos Marcha:
Asistentes: 16
Distancia: 15'180 kilómetros
Distancia: 15'180 kilómetros
Desnivel: 500 metros
Duración: 5 horas, 10 minutos
Crónica:
Por la pereza que da el madrugar, el día fue
despertando poco a poco, sabía que tenía que trabajar, pero sin agobios. Junto
a un camping, a las afueras del pueblo, se comienza esta marcha, sencilla,
fácil, podría decirse en lenguaje de películas, apta para todos los públicos.
Entre unas cercas, el paso de un arroyo, una
vez por un pequeño puente, otra de cualquier modo, se supera una pequeña cuesta
y se llega a una pista que ofrece un poco de todo, luz y sombra, altura y
llanura, pinar, sendero y senda. Se pasa junto a algunos árboles caídos que, a
modo de refugio, tienda de campaña o como juego sencillo, dan la posibilidad, a
la imaginación, de pasearse también por algún recuerdo que había quedado en el
olvido.
Se avanza con calma, se va viendo el paisaje en
fotogramas, pues las retinas también quieren sus pausas, hasta llegar a esas
construcciones que están ahí como restos de lo que no tuvo que ser pero que
fue.
Ya de vuelta el sol anima a aligerar el paso,
pues él también tenía que hacer su trabajo, aclarando que no tenía libro de
reclamaciones, salvo para muy determinadas ocasiones.
Como un añadido a la marcha se hace una parada
en un almacén de fruta, medio kilo de tomates, unos espárragos y alguna lechuga
abandonan el escaparate para viajar en alguna mochila. Y de nuevo el recorrido
a la sombra, por un sosegado pinar, haciendo los últimos kilómetros para
terminar una marcha más, que se sumará a tantas otras hechas y que será
antecedente de las que vendrán.