martes, 23 de mayo de 2017

Ruta 104 P. de Navacerrada - Cerro Minguete

Cerca del pueblo de Cercedilla, a unos 60 kilómetros de Madrid, se encuentra el Valle de la Fuenfría. Este valle se sitúa en la zona oeste del Macizo de Guadarrama y está delimitado por una cadena de montes que lo rodean con las siguientes cotas: La Peñota, Peña del Águila, Peña Bercial, Cerro Minguete, Montón de Trigo, Puerto de la Fuenfría, Cerro Ventoso y Majalasna, el más occidental de los Siete Picos. 
La Sierra de Guadarrama es de la era Terciaria, momento en el que tienen lugar los movimientos alpinos. Por las características de las rocas existentes los movimientos orogénicos no producen pliegues, sino fracturas dando lugar a bloques desnivelados. Más tarde, la erosión desgastaría las laderas, dando lugar a valles como el de la Fuenfría. Los tipos de roca que podemos encontrar son, básicamente, dos: granito y gneis. 
El bosque de pino del Valle de la Fuenfría, junto con los de Valsaín y Navafría, forma parte de la mayor masa de pino silvestre del Macizo central. Este pino se caracteriza por el color asalmonado de su corteza en la parte superior del tronco. El sotobosque de este pinar varía con la altitud, estando compuesto por retama blanca, retama negra, zarzas, rosales silvestres, helechos, etc. Pero el bosque no es homogéneo y así podemos ver ejemplares de tejo y serbal junto a los ríos, acebedas en las zonas más umbrías, chopos temblones en el barranco de la Navazuela, ejemplares de pino negro en Peña Águila. Piorno, enebro rastrero y brezo, en las partes más húmedas, colonizan estas zonas, dejándose ver algún pino silvestre retorcido por los vientos. 
Según la zona del valle hay distintas especies animales, entre los mamíferos están los corzos, jabalíes, tejones y zorros. En los cursos de agua, se encuentran los sapos comunes, ranas, etc. La mayor variedad y abundancia es para las aves como los cernícalos, cornejas, urracas, verdecillos, herrerillos, carboneros, búhos, lechuzas, vencejos, milanos, mirlos, así como buitres leonados o águilas perdiceras. 
La Agencia de Medio Ambiente, en colaboración con el Ayto. de Cercedilla, distribuyó por la zona más baja del valle, popularmente conocida como Las Dehesas, aparcamientos y lugares en donde los visitantes puedan disfrutar de su tiempo de ocio, mesas, fuentes, aseos, forman parte del equipamiento de estos emplazamientos. También está el Parque Recreativo de Las Berceas. En cuanto al senderismo, este valle es ideal para aquellas personas que disfrutan caminando por el monte. A lo largo del tiempo se han ido abriendo trochas y sendas que hoy la Agencia de Medio Ambiente, a través de sus servicios, se encarga de mantener marcadas y utilizables todo el año.

ASISTENTES: 17 
DISTANCIA: 14 kms 
DESNIVEL: 750m 
DURACIÓN: 5 horas 

Una vez juntos quince de los dieciséis excursionistas, dos llegaron un poco más tarde, se emprende camino hacia el Cerro Minguete yendo por el Camino Schmid y, posteriormente, por la Senda de los Cospes, a excepción de un grupo de ocho, que continuó por el Schmid y Collado Ventoso. 
La mañana vino de la mano de una prima hermana del otoño o del invierno no de una suave primavera, era fría y a eso no había que darle más vueltas, que si niebla, que si en el suelo hay granizo, que si temperatura casi bajo cero, que menos mal que me he echado ropa de abrigo. El sol, poniéndose de puntillas, con las manos apoyadas en una nube, intenta asomar la cabeza para decir ¡oye, que estoy aquí! Unos pinos altos, frondosos, cruzando los brazos...bueno, las ramas...vienen a decir "esto no puede ser así" estamos con las hojas verdes, engalanados para empezar a ensombrecer y, casi lo que tenemos que hacer, es cobijar a quienes nos visitan, con un manto de lana, con caricias de placer. Un pequeño arroyo se queja "yo no tendría que estar ya hasta el próximo invierno....pues, lo siento, pero hasta que yo diga no me vuelven a ver el pelo" 
Nancy Sinatra tuvo una canción con el título de "Estas botas son para caminar" sin ser esa la protagonista, pero sí los de esta marcha, tirando de calzado montañero, de espíritu un algo aventurero, se decidieron a, poco a poco, paso tras paso, sin ver por dónde iban pero siguiendo a sus guías, ir remontando el Cerro Minguete, con la esperanza, tal vez incluso con algo de ilusión, de llegar a esa pequeña cima, arrastrando un poco de frío, buena parte de prevención, para después contarlo, decir que se salió a andar por la montaña y lo que se hizo fue trepar un poco de una mínima hazaña con buenas dosis de pasión. La subida se hace algo dura, hay quien continúa, hay quien duda, se va acercando la hora del bocadillo, si me bajo me lo tomo y evito algo de frío, tampoco es mal proyecto, me recojo y busco un buen sitio. Poco a poco, juntando segundos, se van añadiendo pasos a la esfera de un reloj casi vagabundo, sí se va midiendo bien el tiempo pero, de verdad, casi parece de otro mundo, probablemente por ese día inclemente. 
Ya en la parte alta de la montaña el viento, más que tal, parece que son resoplidos de un mítico dios al que le han quitado su divinidad. Una vez juntos, algo difusos a la vista, por causa de una brisa, difuminada con carboncillo y algodón, alineados cual fichas de dominó, emprenden la bajada por un canchal lateral, por camino con piedras y árboles, ni grandes ni pequeños, pero que hacen de buenos compañeros. 
Hay caminos que se pueden andar, volver a andar y "requeteandar" no importa cuántas veces, por si mismos se lo merecen, y así, de esta manera, se vuelve por el Schmid al inicio de la ruta o al final, es decir, a donde se empezó y en donde se terminó con la intención de volver, en un futuro, por allí.


Tino 

TRACK
Ver la ruta en Wikiloc (Por la Senda de los Cospes)
Ver la ruta en Wikiloc (Por el Collado Ventoso)

2 comentarios:

  1. Me gusta la ruta y me gusta el relato. ¡Enhorabuena! RPN.

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  2. Muchas gracias por tu comentario y por seguir nuestro blog. Saludos, Tino.

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