Marcha por las pesquerías reales (Valsaín)
|
Puente en Boca del Asno |
Con diez cañones por banda,
viento en popa, a toda vela, no corta el mar, sino vuela un…. Ufff, Ufff, que
creo que no va de esto. Bueno como hoy no nos ha podido acompañar nuestro
narrador jefe y la tengo que realizar yo, no sabía cómo comenzar.
A las 9:15 de la mañana, Puente
de la Cantina, 14 aguerridos bucaneros (8 + 6, hoy nos han ganado ellas) nos
adentramos en la sombría de las pesquerías reales en la ribera del Eresma.
Pensando encontrar delfines,
ballenas, tiburones, ¡a no que es un río!, entonces pececillos de todos los
tipos, pero tampoco, supongo que en su aferrada y ajetreada vida el Rey Carlos
III, terminó con todas las especies acuáticas existentes. Pero bueno a lo que
íbamos que me salgo de madre,
|
Puente de Navalacarreta |
emprendemos la caminata por un sendero acogedor
que gracias a sus altos pinos silvestres, nos resguarda de los calores de la
época, ruta ideal para resguardarse en estos días de verano en los que nuestro
amigo el Sol nos acalora en modo extremo.
|
Peña de la barca |
Las andaduras nos llevan por Boca
del Asno, donde apreciamos unas pozas donde poder remojarse un poco si fuera
necesario, continuamos con nuestra andadura y después de cruzar el río por un
puente medieval (Puente de Navalacarreta), realizamos una parada técnica en el
área de los Asientos para después de tomar un pequeño refrigerio seguir camino
de Valsaín con la idea de ver los restos del Palacio Real de Valsaín, también conocido
como la Casa del Bosque, una vez pasado el Puente de los Canales, llegamos a
Valsaín.
|
Puente de los Canales |
Desde Valsaín retomamos el camino de vuelta, esta vez
por la otra ladera del río, pasando por la peña de la barca, donde apreciamos
que en su día sirvió de apoyo a un pino silvestre, seguimos caminando hasta
llegar nuevamente a Boca del Asno, donde paramos en el merendero existente para
comer y charlar de lo bueno y de lo malo de los parajes, de esto de lo otro,
etc. Es decir de cómo arreglar el mundo. Pasada una hora más o menos y después
de nuestra agradable velada reemprendemos el camino hacia el Puente de la
Cantina, punto inicial y final de nuestra aventura.
TRACK
Magnifica ruta
ResponderEliminarCrónica desenfadada, documentada y descriptiva -no se si el que fue a Sevilla perdió su silla, lo digo por mi- me ha parecido un buen relato. Saludos.
ResponderEliminarConservas tu silla Tino y efectivamente fue una salida preciosa, fresca, divertida y relajada. quiero mas de estas.
ResponderEliminarGracias Alicia por tu apoyo, espero no defraudar en un futuro. Saludos.
ResponderEliminar