viernes, 24 de junio de 2016

Ruta 68 Pesquerías reales (Valsaín)

Marcha por las pesquerías reales (Valsaín)

Puente en Boca del Asno
Con diez cañones por banda, viento en popa, a toda vela, no corta el mar, sino vuela un…. Ufff, Ufff, que creo que no va de esto. Bueno como hoy no nos ha podido acompañar nuestro narrador jefe y la tengo que realizar yo, no sabía cómo comenzar.

A las 9:15 de la mañana, Puente de la Cantina, 14 aguerridos bucaneros (8 + 6, hoy nos han ganado ellas) nos adentramos en la sombría de las pesquerías reales en la ribera del Eresma.

Pensando encontrar delfines, ballenas, tiburones, ¡a no que es un río!, entonces pececillos de todos los tipos, pero tampoco, supongo que en su aferrada y ajetreada vida el Rey Carlos III, terminó con todas las especies acuáticas existentes. Pero bueno a lo que íbamos que me salgo de madre,
Puente de Navalacarreta
emprendemos la caminata por un sendero acogedor que gracias a sus altos pinos silvestres, nos resguarda de los calores de la época, ruta ideal para resguardarse en estos días de verano en los que nuestro amigo el Sol nos acalora en modo extremo.

Peña de la barca
Las andaduras nos llevan por Boca del Asno, donde apreciamos unas pozas donde poder remojarse un poco si fuera necesario, continuamos con nuestra andadura y después de cruzar el río por un puente medieval (Puente de Navalacarreta), realizamos una parada técnica en el área de los Asientos para después de tomar un pequeño refrigerio seguir camino de Valsaín con la idea de ver los restos del Palacio Real de Valsaín, también conocido como la Casa del Bosque, una vez pasado el Puente de los Canales, llegamos a Valsaín.

Puente de los Canales
Desde Valsaín retomamos el camino de vuelta, esta vez por la otra ladera del río, pasando por la peña de la barca, donde apreciamos que en su día sirvió de apoyo a un pino silvestre, seguimos caminando hasta llegar nuevamente a Boca del Asno, donde paramos en el merendero existente para comer y charlar de lo bueno y de lo malo de los parajes, de esto de lo otro, etc. Es decir de cómo arreglar el mundo. Pasada una hora más o menos y después de nuestra agradable velada reemprendemos el camino hacia el Puente de la Cantina, punto inicial y final de nuestra aventura.


TRACK

4 comentarios:

  1. Crónica desenfadada, documentada y descriptiva -no se si el que fue a Sevilla perdió su silla, lo digo por mi- me ha parecido un buen relato. Saludos.

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  2. Conservas tu silla Tino y efectivamente fue una salida preciosa, fresca, divertida y relajada. quiero mas de estas.

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  3. Gracias Alicia por tu apoyo, espero no defraudar en un futuro. Saludos.

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