Documentación:
El Valle de la
Fuenfría forma parte de la Sierra de Guadarrama, alineación montañosa perteneciente a la mitad este del Sistema Central que se sitúa entre las Sierras de Gredos y de Ayllón, Este valle tiene
una longitud aproximada de 6 kilómetros y una anchura media de 2,5 kilómetros.
La zona más baja del valle está a 1200 metros y los picos del mismo superan los
2000 metros de altitud. Ordenadas de sur a norte, las montañas pertenecientes a
la ladera oeste del valle son las siguientes: La Peñota (1945 m), también llamada Pico Carpentier, está situada en
el límite de la Comunidad de Madrid y la provincia de Segovia, su cara sur está dentro del término municipal madrileño de Los Molinos y la norte en el término segoviano de San Rafael, se alza entre el Puerto de Guadarrama, al oeste del pico, el Valle de la Fuenfría, al este, y el Valle del río Moros, al norte, la Peña del Águila (2011
m), Peña Bercial (2002
m) y Cerro Minguete
(2026 m). En el extremo norte del valle está el Puerto de la Fuenfría (1793
m), situado en el límite entre las provincias de Madrid y Segovia. Por ese paso de montaña pasa la Calzada Romana de la Fuenfría,
construida en el siglo I d. C. En la ladera este del valle está el Cerro Ventoso (1949
m), el Pico Majalasna
(1933 m)
Por el Valle de la
Fuenfría transcurren numerosos arroyos, pero el principal es el Arroyo de la
Venta, al que atraviesan tres puentes romanos. La vegetación en este
paraje es muy abundante, y el bosque de pino silvestre cubre la práctica totalidad de la superficie
del valle. Existen árboles de hoja caduca en las riberas del arroyo de la
Venta, junto con zonas de matorral de alta montaña por encima de los 2000
metros y roquedales a esa misma altitud.
La mayor área recreativa de la zona corresponde a las Dehesas de Cercedilla,
desde la que sale la calzada romana que recorre el valle y atraviesa el puerto
de la Fuenfría. Desde este lugar sale la Carretera de la República,
una pista forestal famosa por sus miradores que lleva al puerto de la Fuenfría.
En el Arroyo de la
Navazuela está la Ducha de los Alemanes, una
cascada muy visitada por su belleza.
(Información extraída de Wikipedia)
Datos Marcha:
Asistentes: 24
Distancia: 16 kilómetros
Desnivel: 500 metros
Duración: 6 horas
Asistentes: 24
Distancia: 16 kilómetros
Desnivel: 500 metros
Duración: 6 horas
Cómo llegar:
Track de la ruta:
Track de la ruta:
Crónica:
Camorritos, estación pequeña en desuso desde hace
años, con sus grafitis por las paredes y su sala de espera vacía, pero como
invitando a sentarse a esperar con los esquís o la mochila al trenecillo que
despacito va remontando hasta la estación en el Puerto de Cotos, es hoy de
nuevo el punto de partida de la marcha que llega hasta las ruinas de Eraso o
Casarás.
A poco del comienzo se marcha por un pinar en subida,
entre hileras de árboles, el suelo a veces algo erosionado, algunas aves
levantando el vuelo, en el
serpenteo del camino, hay alguna placa de hielo, pero los caminantes van
tranquilos, las ramas de los pinos extienden sus hojas como si fuesen manos protectoras, como hadas cuidadoras, de sus invitados, de todos aquellos que esten su lado.
A medida que se va ascendiendo se va acercando también
el cielo que hoy, en contra de lo dicho al hombre del tiempo, está algo
inquieto, hay nubes que van y vienen, que suben y bajan, que lo mismo sonríen
que se enfadan, o no mojan o casi empapan. El suelo inseguro, el
tiempo no menos, bien, solo queda sentir el "a por ello" y si
apuestas yo apuesto, si mojas, me seco y, además, si quieres te acompaño sin
recelo.
Pradera de Navarrulaque, Senda Herreros, Siete
Traviesas y carretera hacia el empeño, de llegar a un destino, de con mayor o menor acierto, de con mayor o menor tino, conseguir lo propuesto, no se ha madrugado para
quedarse quietos y menos sin lograr lo pretendido. Remontado el mayor desnivel
se continúa por pista de tierra, sorteando placas de hielo y nieve hasta el
Puerto de la Fuenfría donde ésta es más densa.
Desde aquí, todos en fila, aprovechando el carril que
se va surcando, entre algo de niebla y la humedad que algo va calando, se llega
al punto de destino, las ruinas de Casarás. Visita al particular lugar, fotos,
bocadillo y con poco más, de regreso al mejor ritmo hasta la estación de Camorritos.
Se ha hecho una marcha algo difícil pero amiga, agradable, de montaña, con el deseo de volver a saludarla alguna otra mañana.
Tino
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