jueves, 8 de diciembre de 2016

Ruta 84 Puerto de Canencia - Puerto de la Morcuera

Senderos en Sierra de la Morcuera
Sierra de la Morcuera 

La Sierra de la Morcuera es una alineación montañosa perteneciente a la vertiente sur de la Sierra de Guadarrama; tiene una longitud de unos 19 km y una orientación suroeste-noreste. En su extremo occidental se une a Cuerda Larga, otro cordal montañoso de Guadarrama, y en el extremo oriental se aproxima a la Sierra de la Cabrera. 

Cuerda Larga, junto a la Sierra de la Morcuera, constituyen el límite sur del Valle del Lozoya, ya que ambas alineaciones montañosas tienen una orientación muy similar. 

En “La Morcuera” hay dos conocidos puertos de montaña que comunican el Valle del Lozoya con la zona central de la Comunidad de Madrid. El más occidental de ellos es el Puerto de la Morcuera (1.796 m), y el más oriental es el Puerto de Canencia (1.524 m), el de menos altura y quizás menos transitado de la provincia, salvo por excursionistas los fines de semana. 

Las cumbres que siguen la línea principal de esta sierra son: 

•     La Torrecica (1.828 m.) 
•     Pico Perdiguera o de Marraz (1.862 m.), el más alto del primer cordal 
•     Cabeza de la Braña (1.774 m.) 
•     La Albardilla (1.664 m.) 
•     Mondalindo (1.833 m.), el más relevante del segundo cordal.
•     Peña Negra (1.834 m.) 

En sus laderas abundan los bosques de pino silvestre y roble, y en dirección noroeste desde el segundo puerto, encontraremos el espectacular Abedular de Canencia donde, además de los consabidos abedules, también encontraremos acebos y tejos. 

Entre Canencia y Morcuera


Itinerario cómodo, sus cuestas son muy accesibles y las cómodas pistas transitan por hermosos paisajes. 

Mirador
La travesía se comienza en el Puerto de Canencia. En ligera subida, la ruta comienza su andadura por una de las partes más espesas de los pinares de Canencia. El cruce de un cortafuego es una agradable ventana mirador, por donde el extenso panorama de los Altos del Hontanar y esta parte de la Sierra de Guadarrama, penetra en el bosque. 

Apenas se tarda en alcanzar la casa forestal del Hornillo, continuando por la pista de la izquierda que pasa junto a la casa. Unos metros después se alcanza una fuente y de inmediato, un nuevo cruce de caminos. Se sigue por la pista de la derecha, dejando la que sube mano izquierda por la ladera. De manera suave gana altura por el interior del pinar, hasta que alcanza una cerrada curva con el suelo enlosado. Aquí atraviesa el paraje más sobresaliente de todo el camino. 

Arroyo del Sentil
Se trata del arroyo del Sestil del Maíllo, que unos metros ladera abajo se despeña en una de las cascadas más hermosas de la Sierra del Guadarrama (Cascada de Mojomavalle). Desde estas alturas no se vislumbra el salto de agua, pero se intuye entre el roquedo el camino que sigue el arroyo hacia las profundidades de Canencia. La pista recorre en este punto un hombro despejado que obliga cuanto menos a ralentizar el paso para contemplar el extenso panorama que se abre enfrente de él, (los montes carpetanos, con Peñalara nevada al fondo). 

De nuevo en el interior del pinar, el camino gana altura con algo de más esfuerzo. A continuación, se alcanza un cruce donde una pista atraviesa la que seguimos. Recorre la ladera de arriba abajo, mientras la nuestra la atraviesa con escasa pendiente, siguiendo de frente. 

Las señales del GR 10, ayudan en el rumbo las señales blancas y rojas que tutelan toda la ruta. Se trata de las marcas del GR-10, que utiliza esta cómoda pista en su tránsito por la Sierra de la Morcuera. 

Señalizacion de recorridos
Una nueva tirada algo más pina antecede al momento en que la pista se tumba y abandona el pinar, alcanzando una amplia zona empradizada. Al final, una cerca que se salva por una cancela situada junto a una barrera canadiense situada en el suelo a la altura de un amplio collado. 

A mano derecha un ancho cortafuego, trepa a mano izquierda, hacia el Sur, rumbo Los Tres Mojones y el Pico Perdiguera, mientras que por el lado norte se distingue la maciza mole del Espartal, de 1.733 metros. Desde el collado, la vista también se prolonga hacia el Suroeste, ofreciendo una inédita perspectiva de las lejanas Cabezas de Hierro y la Cuerda Larga. 

Del otro lado de la valla la pista sigue de frente emprendiendo la bajada más vertiginosa del recorrido, de regreso será subida. Continuar por la pista principal el largo descenso de más de un kilómetro, sin hacer caso de la desviación que a mano derecha, Norte, y que lleva a la Majada del Cojo, en las profundidades del Lozoya. La bajada concluye sobre el puente que salva el arroyo de Valdecasas. 

Del otro lado de las aguas, una descarnada subida conduce al último tramo de la pista, también en subida pero mucho más tendido, lo que permite contemplar las desnudas extensiones de los Altos de la Morcuera. Un último repecho final lleva a una nueva valla, tras la cual se alcanza la carretera que se extiende entre el puerto de la Morcuera, izquierda, y Rascafría, derecha, desde donde se emprende el camino de regreso

Jesús


Días de desánimo, cansancio de monotonía. 
Me voy de paseo, llego a la Morcuera. 
Deliciosa soledad, praderas frías, sol tímido. 
Silencio, silencio, ¡nadie! 

Estas palabras pronunciadas hace casi un siglo por Manuel Azaña (Presidente de la Segunda República Española desde 1936 a 1939), cobran sentido ahora mientras se camina por los extensos prados de la Sierra de la Morcuera.

4 comentarios:

  1. Bueno, pues nada, aquí uno que se va al "paro" después de esta crónica, ilustrativa y completa.
    Un buen trabajo.

    Saludos, Tino.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tino, el paro esta lleno, pero no para ti.
      En cuanto vuelvas las cronicas son tuyas.
      Gracias por tú analisis de esta cronica.

      Eliminar
  2. Además de preparar las rutas y de guiarnos, tambien haceis las crónicas para que quede constancia. Así da gusto.
    Tengo que añadir, que Picón acabó la ruta con una rodilla regulera. Yo le dije que tenía que cuidarse para aguantar por lo menos hasta que Tino abandone su "paro" forzoso y para no dejar solo a Jesús. Me dijo, ¡solo me queréis por eso! Ja ja ja Me gusta picarle. Los tres sabeis porque os queremos, así que cuidaros mucho. Sois imprescindibles en las rutas, y cada vez que falta alguno, se os echa mucho de menos.
    Esta ruta la disfruté especialmente. Estaba todo precioso y andamos a gusto sin preocuparnos de nada. Perdón, Eugenio si estaba preocupado por si no llegabamos a tiempo a comer. Nos azuzó a Mariluz y a mi, para que nos diéramos prisa. Je je, el hambre es lo que tiene.

    ResponderEliminar
  3. Leonor, muchas gracias por tu comentario.
    Por mi parte y en cuanto a mi "baja" solo decir que estoy haciendo todo lo posible para reaparecer por los ruedos ¡ya! confío en volver a vestirme de luces el próximo día 22, gracias.

    ResponderEliminar