La descripción de la marcha como siempre realizada por nuestro cronista Tino.
Fecha:
19/05/16
Asistentes:
11 + un fiel escudero
Distancia: 10
kms
Desnivel: 480 m
Duración: 3h
50'
Coches
aparcados, mochilas a la espalda, veinte minutos para las diez, como se diría
en inglés, saludos afectuosos, salen unos antes, otros después. Desde la
estación de Camorritos, se desciende unos metros hasta el inicio del Camino de
las Encinillas, girando a la derecha e introduciéndose en la urbanización, hay
una empinada cuesta que será el anuncio de lo que vendrá a continuación.
Durante casi dos kilómetros, rampas y curvas, marcas rojas y blancas, pinos y
sol, canto de pájaros como único rumor y, por el esfuerzo, algo de sudor. La
subida es constante, siguiendo los pasos del que camina delante, alguna parada
empero, para beber agua y recuperar el resuello.
Terminada la
subida se llega a una pradera, de la que parte la Senda Herreros, en ella al
principio, como reconocimiento, hay una placa conmemorativa y un par de bancos
de madera. Esta explanada, llamada Navarrulaque, que en otro tiempo fue lugar
de merienda y escapada de la gran urbe, acoge otro reconocimiento, las Siete
Traviesas, a los pioneros caminantes, con algún nombre ilustre y otras personas
trashumantes.
|
Senda Herreros |
Un buen
cuidado refugio antecede a la Senda Victory que, adentrándose en el pinar, con
sus subidillas y bajadas, con su suelo en ocasiones de piedra, a veces con
agua, desemboca en la cascada, de dos metros, conocida como Ducha de los
Alemanes o Chorro del Árbol Viejo, tejo
que está acompañando y contemplando la caída del agua del arroyo Navalazuela.
|
Banco
de Fernando González Bernáldez |
Una pequeña
bajada sitúa al grupo en la denominada Carretera de la República para que,
remontándola en suave subida, primero pueda visitar el Descanso de Fernando
González Bernáldez, banco de piedra que utilizó el reconocido Ecólogo
catedrático de la UAM, después los emblemáticos Miradores de Vicente Aleixandre
y Luis Rosales, y también hacer una última parada en el Reloj de Cela que, como
figura en una losa de granito allí colocada, fue caminante de la Sierra de
Guadarrama antes que Nobel.
|
Placa
dedicada a Cela |
Llegados de
nuevo a Navarrulaque, se gira a la derecha para retomar la senda inicial, ahora
en bajada, que dará por finalizada la primaveral marcha, tras cuatro horas y
veinte minutos de caminar y contemplar el Valle de la Fuenfría, que ha acogido
y acogerá a tantos y tantos caminantes, célebres o anónimos, pero que le
agradecerán, a su vez, la placentera estampa que ofrece en todo su ser.
A las 14:00
horas, minuto abajo, minuto arriba, suena el figurado badajo, como fin de una
caminata bien recibida.
|
Siete
Traviesas |