lunes, 30 de octubre de 2017

Ruta 117 Subida al Espartal (26/10/17)

La sierra de la Morcuera es una alineación montañosa perteneciente a la vertiente sur de la sierra de Guadarrama, sierra del sistema Central. Está en la zona noroeste de la Comunidad de Madrid, tiene una longitud de unos 58 km. En su extremo occidental está el pico La Najarra (2108 m), se une a La Cuerda Larga, otro cordal montañoso de la Sierra de Guadarrama, y en el extremo oriental está la sierra de la Cabrera. La sierra de la Morcuera, junto a Cuerda Larga, constituyen el límite sur del Valle del Lozoya, ya que ambas alineaciones montañosas tienen una orientación muy similar.
En la sierra de la Morcuera hay dos puertos de montaña que comunican el Valle del Lozoya con la zona central de la Comunidad de Madrid. El más occidental de ellos es el puerto de la Morcuera (1796 m), y el más oriental es el puerto de Canencia (1524 m). Aparte de La Najarra, existen otros picos importantes en la sierra de la Morcuera, como son el pico Perdiguera (1862 m), Espartal (1723 m) y Mondalindo (1833 m). En sus laderas abundan los bosques de pino silvestre y roble.
El valle del Lozoya o de El Paular es un valle de montaña situado en torno al río Lozoya, en la sierra de Guadarrama, en el noroeste de la Comunidad de Madrid. El valle del Lozoya se encuentra limitado por una serie de cadenas montañosas, pertenecientes todas ellas al Sistema Central, que marcan sus límites de forma natural: los Montes Carpetanos, la sierra de Somosierra (dos partes de la sierra de Guadarrama) y las estribaciones más meridionales de la sierra de Ayllón, perfilan el valle en su vertiente norte; la sierra del Lobosillo al este; las sierras de la Cuerda Larga, de la Morcuera, de La Cabrera y sus estribaciones más orientales hasta el embalse de El Atazar marcan su límite al sur. La montaña más alta del valle es Peñalara (2.428 m), que también lo es de la sierra de Guadarrama.
En el curso bajo del Lozoya se encuentran los embalses de Puentes Viejas, de El Villar y de El Atazar, que retienen sus aguas para abastecer principalmente a la ciudad de Madrid. En el valle del Lozoya se asientan poblaciones con importantes muestras de patrimonio histórico-artístico de alto valor cultural, entre las que destacan el monasterio de Santa María de El Paular, ejemplos de arquitectura religiosa y civil, así como arquitectura tradicional serrana, ya que todos los municipios conservan hoy en día muestras de construcciones tradicionales como potros de herrar, antiguos conjuntos agropecuarios, fraguas, pajares, etc.


ASISTENTES: 16

DISTANCIA: 13'500 kilómetros

DESNIVEL: 450 metros

DURACIÓN: 3 horas 45 minutos



Fresco en la cara, fresco en las manos, no es invierno, no es verano, si otoño que sestea a trasmano. La mañana saluda al sol, compañero impenitente, prudente, compañero de cada albor, el camino es más atrayente con sus rayos de calor, el esfuerzo desaparece, cada paso merece una atención. Puestos de cazadores, escopeta que suena, el camino gira hacia una altura a la izquierda, hoy es marcha más montañera,para ver un paisaje vale la pena.
Al ser la ruta toda por pista ancha, con subidas y bajadas, toboganes de tierra, rasantes que por un momento ocultan a los caminantes, se va más disperso, cada uno a su ritmo, es casi todo recto, más cerca o más lejos se va viendo a los compañeros. Alguno que lleva mejor ritmo de marcha alarga algo el recorrido, se conoce bien el terreno, el día también invita a ello. A la derecha un valle, a la izquierda un pinar, por los cuatro costados la naturaleza vestida de colores vivos, azul, verde, blanco...cielo, árboles, el campo y su manto.

Caminando, charlando, observando, una rama saluda, mientras sus hojas anudan pasatiempos a los visitantes, más cercanos o más distantes ¡recuerdos! parece decir. La perdiz y la tórtola me acompañan, el topillo, la comadreja, algún potrillo, alguna abeja...todos son mis vecinos, pero vosotros sois unos temporales inquilinos, no menos relevantes, sois el contrapunto a lo  cotidiano, venís a vernos, a disfrutar con nosotros, a haceros alguna foto, a deleitaros  con nuestra vida y color.

Al entrar en un frondoso pinar,  al silencio le pedimos permiso para pasar y él nos dijo que sí, si no hacíamos ruido, si no despertábamos a su niño, pues solo sabía de suaves sábanas, no conocía de asperezas, ni tampoco le quería acostumbrar, que si el silencio te acompaña en silencio ¿para qué cambiar? que si le invitabas a tu casa iría, con una sonrisa, y algunos sonidos que acunar. Al parar un momento, parece que se ha empezado a levitar sobre el propio pensamiento, es lo único que se percibe como sonido, a saber, el silencio y ese sentido.

Al final de esta pista, eje neuronal de un armónico tejido de la naturaleza, se alcanza una construcción como refugio y cobijo en mitad de esa zona montañosa, en su entorno se hace un último descanso para agruparse y recuperar fuerzas, antes de afrontar la última subida que, si mirándola de frente, de tú a tú, parece algo fuerte, al ir recorriéndola y amistando algo con ella, se llega a intimar y, una vez superada, despedirse de ella sin descartar en otra ocasión volverla a acompañar.

Fin del recorrido, otra ruta acabada, las botas y la mochila al maletero, las sensaciones al espacio de los recuerdos.

  
                                               
                                                                                                                                 Tino



2 comentarios:

  1. Bonito comienzo "Fresco en la cara, fresco en las manos, no es invierno, no es verano, si otoño que sestea a trasmano", aunque triste porque huele a cambio climático.

    Muy bien Tino para mí cada día me gusta más la descripción de ruta.
    El relato corto me recuerda a mi pueblo el entorno, la vida, los juegos, la escuela, escribía: "en nuestro pequeño universo, a nuestra manera, éramos felices; soy de los que piensan que en esos pueblos perdidos y alejados de la mano de Dios, tuvimos una juventud alegre y confiada, feliz a pesar de todo; los juegos de esos tiempos eran inocentes, ingenuos e imaginativos; tenían unas reglas sencillas donde la fantasía"
    Por si alguien le interesa mi relato:
    http://www.rincondemiguel.com/mgc-discreto.html

    Que gozada pasear con amigos, disfrutar fe las charlas, del camino, de las cañitas del menú de 10€.
    En fin, que nos dure.
    En fuerte abrazo. Miguel.

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  2. Muchas gracias Miguel por tus comentarios y me alegra también ver de nuevo tu actividad literaria.
    Igualmente, soy de tu opinión en cuanto a compartir las marchas, charlas, cervezas y menús.
    Un abrazo.

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